En las últimas semanas ha vuelto a salir a flote la ruta entre Canarias y Tarfaya. Tras el intento fallido de la emprendida por Naviera Armas en el año 2008, que duró apenas un año y se canceló con el encallamiento del buque Assalama, que aún permanece en la bocana del Puerto de Tarfaya, se ha puesto sobre la mesa una nueva iniciativa liderada por el Grupo Newport que está convencido de la bondad de la línea ropax entre los puertos canarios y. el Puerto marroquí de Tarfaya.
Si, he dicho Canarias, porque parece que de avanzar el proyecto, la ruta sería mixta entre el los puertos de Fuerteventura, Las Palmas y Tenerife. Esta pequeña variación tiene sentido porque el objetivo es que el uso de esta línea tenga un componente importante de mercancías, especialmente hortofrutícola, desde Marruecos hacia Europa, evitando el transporte por carretera atravesando Marruecos, con una ruta terrestre complicada, que en muchos casos ocasiona la pérdida de la mercancía, Y Las Palmas, especialmente, y Tenerife tienen conexiones consolidadas con Europa.
Pero vayamos al proyecto. Newport ha estudiado, valorado y diseñado esta ruta, convencido de que es viable, a pesar de que el fallecido Antonio Armas expresó muchas veces, que era difícil de obtener viabilidad, algo que él comprobó en su propia compañía.
Tras el desbloqueo de Marruecos a que fuera una compañía canaria o española la que optara a esta ruta, tras los intentos fallidos de que pujara una naviera marroquí, y el traslado en la legislatura pasada al Gobierno de Canarias del apoyo a este proyecto, y el apoyo mismo de este gobierno a la línea. Newport construyó un puzzle bien armado, por un lado con el asesoramiento de un terminalista, Gesport, con terminales en los puertos de Lanzarote, y Las Palmas, estudió la viabilidad del proyecto, y visitó el Puerto de Tarfaya, definió sus necesidades, se reunió con las autoridades marroquíes y se concluyó con un informe positivo que permitía acometer el proyecto.
A ello se sumó un naviera, JSV, sin cerrar a priori un acuerdo, pero como una buena candidata, charteando sus barcos. Pero el proyecto está abierto a otras opciones, ya que no es crítica la elección de una naviera y hay otras opciones en el mercado. Y por último, Hamilton estaba en el candelero para ser el consignatario o el operador logístico, ya que cuenta con oficinas en los puertos canarios y también en los puertos españoles, cruciales para cerrar la cadena, y por su cercana relación con los socios de Newport.
Esto que fue el germen, que ha ido variando con el paso del tiempo. Gesport está en la ecuación, pero se barajan otras opciones que no han trascendido demasiado. En este punto no quedan muchas opciones, y una de ellas puede ser Baluda, con su línea de negocio de terminales Boluda Terminals, que obviamente cuenta con 5 terminales en Canarias y otras tantas en la península. Además, tiene a su favor, la disponibilidad operativa de sus buques de para cubrir no solo el trayecto entre Canarias y Tarfaya, sino entre Canarias y la Península.
Uno de los aspectos críticos sería convertir el Puerto de Puerto del Rosario en un puerto Schengen, frontera con un tercer país, por lo que implica de recursos aduaneros y de Guardia Civil, en definitiva un puerto fronterizo. También se ha evaludado y cuenta con todo el apoyo y las posibilidades para que su puesta en marcha sea con todas las garantías, a pesar de que la frecuencia que se prevé, al menos con el puerto de Fuerteventura esa escasa y discontinua.

Y si alguien ha pensado en Naviera Armas, hay que descartarlo, ya que a pesar de cumplir con las necesidades, su carta de presentación en Tarfaya la coloca fuera del tablero por su pasado, digamos nefasto, en ese Puerto, donde aún hoy las autoridades marroquies esperan que retiren su buque encallado. Salvo que, en lo que se pone en marcha el proyecto, si alguna vez se lleva a cabo, Naviera Armas cambie de propietarios y los nuevos dueños decidan resarcir al Puerto de Tarfaya de los daños pasados y darle cobertura, lo que generaría un importante desarrollo de ese puerto, en cuanto a empleo, infraestructuras y tránsito de mercancías y personas.
Hay otros actores, interesados en el proyecto, como Hiperdino, e incluso se habla de otro grupo empresarial que estudia pujar por el proyecto. Veremos si este estudio se termina materializando en una nueva línea marítima en Canarias, que abriría, sin duda, una línea de negocio para muchas empresas canarias y fortalecería la conectividad de Canarias con el continente vecino africano.