El Pacto Verde Europeo pretende abordar algunos de los mayores desafíos a los que se enfrenta Europa y el mundo, entre ellos la degradación medioambiental, la pérdida de biodiversidad, cambio climático y contaminación. La promesa de este ambicioso paquete legislativo es transformar a la UE en el primer continente climáticamente neutro para 2050, con un país competitivo y ágil en materia de datos-economía desvinculada de los combustibles fósiles, cero emisiones netas de gases de efecto invernadero y una sociedad donde nadie es
dejado atrás (transición verde, digital y justa).

Alcanzar el Pacto Verde Europeo requiere un esfuerzo concertado en múltiples áreas que están estrechamente
relacionados (por ejemplo, medio ambiente, clima, energía, transporte), y el éxito también depende de la acción transformadora en la gobernanza marina. Los océanos son vitales para la vida por encima y por debajo del suelo, por lo que su explotación sostenible será necesaria para asegurar su funcionamiento efectivo -como regulador del clima, como fuente de aire limpio, energía, empleos y alimentos, como una de las principales rutas comerciales- para las generaciones venideras.