Un acontecimiento histórico, la recuperación de los vuelos de hidroavión en Canarias, suscitó interés entre los viajeros habituales de las islas, y contrariedad entre una parte del sector empresarial portuario que, en el Puerto de Las Palmas mostró su preocupación porque sus despegues y aterrizajes obstaculizaran de alguna manera la operatividad diaria de su actividad ya saturada. Al contrario, en Tenerife y en su entorno portuario no hubo apenas posiciones encontradas, ya que se ve como un incentivo más y una actividad que es totalmente asumible dentro de su recinto portuario.
Queda ahora que la empresa, Surcar Airlines, avance con toda la tramitación que requiere una iniciativa de este tipo y sea capaz de superar, informes técnicos, ambientales, de aviación y de las propias autoridades portuarias. Sus planes son volar comercialmente entre los puertos a partir de agosto, aunque el trámite, por otras experiencias en España, se nos antoja algo más complejo.
Por otro lado, hace dos días, se convocaba una manifestación en las puertas del ayuntamiento de la capital grancanaria para protestar y exigir que no se instalara la granja de pulpos que Nueva Pescanova pretende abrir en el Puerto de Las Palmas, y para la cual ya cuenta con la concesión pertinente. El seguimiento de la protesta fue casi anecdótico de manera presencial, con una congregación de unas decenas de personas, sin embargo, en las redes sociales fue más sonada, pero en ambos sentidos, en apoyo a la reivindicación, a través de Twitter y desde muchas partes del mundo con el hastag #FreeOctopus apoyaron masivamente el acontecimiento; no así en otras redes como Facebook, donde generó multitud de apoyo a la implantación de la granja. En todo caso, este tipo de manifestación contribuyen a que la administración sea consciente de que hay que garantizar la calidad de de la vida animal, cuidando al máximo los espacios destinados a ello, la alimentación, y las condiciones de vida en este tipo de granjas, así como los métodos de sacrificio que se utilizarán.
Y otro hecho, quizá con menos bombo y platillo pero de mucha más trascendencia para Canarias y sus puertos es la visita que han realizado empresarios del Puerto de Las Palmas a las instalaciones de Navantia-Windar en Francia, que se corresponderá con la visita esta misma semana de Navantia al Puerto de Las Palmas. Sin duda la eólica marina tendrá mucho que decir en el desarrollo futuro de los puertos en Canarias.
El presidente de Puertos de Tenerife, Carlos González, en este sentido, decía en una entrevista a Diario de Avisos que “El puerto de Granadilla será un referente en España de la energía eólica marina”, y planteaba uno de los objetivos que pretende alcanzar y es el de «instalar en el puerto de Granadilla el primera aerogenerador offshore de España». y sentenciaba el presidente portuaria de Tenerife “Hay que tener en cuenta que a medio plazo, en el 2040, toda la energía eléctrica que se produzca en Canarias deberá proceder de fuentes renovables, y eso tiene que venir de la eólica offshore. Un tipo de energía que requiere apoyarse en los puertos, que necesita de un muelle con calado y una explanada. Y puertos de esas características en Canarias hay dos. El de Las Palmas de Gran Canaria y el de Granadilla. Así que toda la expansión eólica offshore en España, donde aún no existe ningún molino de ese tipo, empezará por Canarias, y tendrá que pasar gran parte por Granadilla, que será un referente”.