‘Leer entre líneas’ es un modismo que significa ‘intuir lo que el escritor quiso decir pero no lo dijo explícitamente’; también descubrir un sentido oculto, una segunda intención o una alusión velada, en lo que se ha dicho o escrito. Y si hablamos de líneas marítimas, tiene sentido la referencia: Las navieras, por acción u omisión, rehuyen abiertamente hablar del Grupo Naviera Armas Trasmediterránea, de su compra/venta. Algo completamente lógico si tenemos en consideración que es una operación que se está fraguando, en la que hay muchos intereses, mucha competencia, y nadie va a desvelar sus cartas antes de saber que tiene la mano ganada. Aunque es igualmente cierto que todo el mundo intuye, e incluso sabe, que algo ocurre, que se gesta una acción que terminará de florecer antes del verano. Ahí lo dejo.
Para los que miramos desde la barrera y observamos con detenimiento, el panorama naviero español no está quieto ni calmado, a lo sumo, calma aparente es lo que mantiene.
Vayamos a esos indicios que fluyen de manera casi natural.
Por un lado, Grupo Armas Trasmediterránea, en manos de un fondo que aparentemente sanea la compañía (ha bajado su deuda hasta los 193 millones de euros), está vendiendo parte de sus activos. Recientemente se ha confirmado la venta del ferry ‘Las Palmas de Gran Canaria’ a una naviera italiana, y en agosto de 2023 vendió el buque Volcán de Teneguía. Se rumorea, además, que hay otras unidades en venta como el Volcán de Taburiente, Villa de Teror o el Ciudad de Málaga. Lo que parece evidente es que Armas Trasmediterránea sigue un patrón que le lleva a desprenderse de sus activos más obsoletos y menos rentables.
A esto hay que sumar, el cierre o reducción de líneas como Las Palmas de Gran Canaria – Morro Jable, que ha quedado en manos de la competencia, a pesar de que en pasado abril (no hace ni un año) el Gobierno de Canarias indicaba en un comunicado, tras una reunión mantenida con los nuevos propietarios de la naviera, que «la empresa se ha comprometido a mantener las líneas actuales, y si es posible, mejorarlas y aumentarlas».
En sentido totalmente opuesto, su competidor en Canarias, Fred Olsen, refuerza esas rutas que abandona Armas, e incorpora nuevos buques de carga al circuito de Canarias, quizá aprovechando la debilidad de su contrincante para hacerse con el control y dominio del transporte marítimo interinsular, o en un plan orquestado para ir preparando los mimbres de un nuevo competidor al que cederle buques que en este caso estarían operativos y rodando.
A ello hay que sumar que, junto con su aliado Baleària, en las rutas Huelva – Canarias incrementaron un servicio semanal.
Pero hablemos de los posibles y potenciales compradores. Desde que los fondos se apropiaron del Grupo Armas Trasmediterránea han estado en el candelero tres o cuatro actores importantes.
El más mediático ha sido, probablemente, Baleária, que en boca de su presidente en la presentación de sus resultados de 2023, señaló que «estamos pendientes y hay contactos espontáneos, como los hay con muchas navieras», en clara referencia al interés que se señala en el sector de otros grupos, como las divisiones de ferris de Grimaldi y MSC, o Boluda.
Y entre líneas, el presidente de Baleària dijo, en referencia a pujar por parte del negocio, que «esa posibilidad está. No voy a hablar de porcentajes, ni del nivel de interés. No voy a decir si sería un 1%, un 25% o un 40%». Igual son solo palabras, o aspiraciones y no van más allá, o igual es que la idea inicial de desprenderse de todo el Grupo Armas Trasmediterránea por parte de los bonistas no ha fraguado, y se ha abierto la posibilidad de que hay más de un comprador.
Dicho ésto, y en un símil político, cuando un candidato o candidatos son desvelados con antelación y mucha profusión mediática y poca oficial, el objetivo siempre es el mismo, quemarlo para que el verdadero líder salga reforzado.