Rosa Dávila es la primera presidenta en los 110 años de historia del Cabildo de Tenerife. Sus inicios no ha sido fáciles pues ha tenido que afrontar retos importantes y hasta dramáticos, pues le ha tocado lidiar con el incendio que aún hoy persiste y que ha dejado gran parte de los montes tinerfeños calcinados, pero, como indicó en la entrevista realizada, con ánimos para trabajar, cambiar cosas y, sobre todo, con tranquilidad de que no se han registrado daños personales ni daños en las viviendas habituales.
Es una de las cuestiones de las que hablamos, pero hay otros muchos frentes abiertos que, sin llegar aún a los 100 días de mandato -que suelen ser los habituales para hacer balance- ya puede hablar de colaboración, de trabajo conjunto, de unidad de criterios y de proyectos a corto y medio plazo, porque como indicó, Tenerife necesita mucho trabajo, hay que recuperar la ilusión y darle a los ciudadanos de la isla soluciones a los problemas.
A lo largo de esta entrevista, la presidenta hace referencia a los problemas sociales, a la necesidad que tienen los tinerfeños de sentir que se trabaja por las distintas variables que llevan tiempo paradas o paralizadas. Los asuntos sociales, la atención y la solución a temas como las residencias de mayores, a la recuperación de programas como Ansina, a la necesidad de solucionar los problemas de tráfico mediante inversiones como son los servicios públicos de transporte, pero también a que se recupere el sector primario con programas de apoyo al agricultor, a que con la diversificación de los cultivos tradicionales se llegue a disponer de nuevos recursos propios de productos agrícolas que, a su vez, faciliten la empleabilidad, pero, al mismo tiempo -y retoma el tema del incendio- que esos campos abandonados no sean facilitadores de que ‘corran’ las llamas.
Pero para eso hace falta programas y proyectos que el Cabildo ya está diseñando. Aún es pronto para que se vean. «Llevamos poco tiempo al frente del Cabildo, pero todos estamos en ello».
En este sentido Rosa Dávila se siente ‘cómoda’ en el puesto de presidenta y sabe que tienen la colaboración de un equipo totalmente volcado, e incluso, con buen talante con la oposición. «Y es que la isla de Tenerife necesita una reactivación y eso lo vemos todos», por tanto ahora es trabajar e impulsar ideas. Unas se harán efectivas más pronto que otras, eso es una realidad, pero lo que Dávila si tiene claro es que no va a dejar de buscar fórmulas para conseguirlo.
«Yo me he comprometido con los ciudadanos a una serie de asuntos y cada día vengo al Cabildo para ver de que forma las cosas comienzan a tener otro color». Nos dijo que no es hora ni hay espacio para reproches o lamentaciones. «Es hora de marcar los caminos, ver de qué manera se corrigen los errores, se plantean nuevas directrices y se hacen efectivas las necesidades y las demandas de los tinerfeños».
La agenda de la presidenta no nos permitió tener respuesta a todo el cuestionario ni a abordar todas las facetas que teníamos preparadas, pero es que tampoco -siendo realistas- ha tenido tiempo para encauzar todos los asuntos, pero ya sabemos sus premisas y en breve, volveremos a sentarnos para ver y escuchar qué se va a hacer con los muchos frentes que ahora mismo hay abiertos en el Cabildo de Tenerife.