Se habla mucho de las cadenas de suministro y balanzas comerciales, pero los resultados finales dependen de la infraestructura existente y las estructuras que la conforman. En el comercio marítimo, las grúas portuarias son pieza fundamental y necesaria a más no poder…
En la visión de un técnico hidráulico-electro mecánico está claro. Las grúas del puerto son clave para el buen funcionamiento de la cadena de valor, lo que ni se aprecia, ni reconoce. Hasta que algo falla. Una placa electrónica fundida, unos cables defectuosos, o una avería motor, cualquier incidencia puede acabar paralizando la estiba. Es, en ese crítico momento, en el cual entra en escena el mecánico especialista. Su rápida actuación y certera reparación son vitales para reanudar las operaciones portuarias. Si tenemos en cuenta que las grúas de producción anterior a 2008 carecen de ascensor, entendemos que el mecánico tiene que trepar hasta la grúa, a 100 metros de altura. El parque nacional de grúas portuarias es, en su gran mayoría, anterior a 2008.
-“Lo extraordinario de este trabajo es que repares un cable suelto o cambies un motor entero es indiferente, hay que solucionarlo lo antes posible. ¡No se puede tener parado un puerto! Todas las actuaciones son importantes por igual. Hay que dejar la grúa funcionando a toda costa”, confiesa un amigo, técnico especialista. “Muchas veces subes a pleno sol, y cuando llegas arriba, tienes que descansar un buen rato antes de iniciar la reparación. Llegas exhausto, sin aire y cansado de veras, sobre todo si tienes que subir con la mochila cargada. Pero una vez estás ahí arriba, espabilas rápidamente para solucionar el problema con la máxima celeridad y precisión. Te dejas el alma en la reparación. Luego, una vez compruebas que todo está como debe, respiras y, es entonces cuando me gusta gastar unos instantes para admirar el paisaje que tienes a tus pies, el buque con el trasiego de contenedores, el puerto con su bullicio de camiones, la ciudad y el mar. Sobre todo, me gusta observar el mar, con todas sus tonalidades y ángulos de luz. Es mi pequeño premio personal por la buena obra realizada. Es un escenario envidiable y la sensación que tienes es indescriptible, hay que vivirlo. Ahora, es ese momento cuando te sientes auto realizado por el trabajo bien solucionado. Comprobar que todo vuelve a funcionar es la mayor satisfacción profesional de cualquier técnico electro hidro-mecánico en su día a día”.
La obsolescencia mecánica de los puertos españoles resulta evidente, con grúas antiguas que requieren frecuentes intervenciones, reparaciones y mantenimiento para su correcto funcionamiento. Mientras todo va bien, no se nota, pero puede llegar el momento que un “plan renove” resulte necesario para evitar accidentes en la cadena de suministro. Tiempo al tiempo.
Llegados a estas alturas, cabe destacar la excelencia operativa de la mayoría de terminales en España. Además de volumen, se trabaja con calidad, hecho que asegura un buen servicio de estiba y los flujos comerciales que comporta. Todo suele ir bien, pero si algo se estropea, se repara satisfactoriamente y a seguir marcha.