El Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria de Baleares (APB) ha aprobado los pliegos de bases y cláusulas que han de regir el concurso público para la gestión y explotación de una instalación náutica en la ribera Norte del puerto de Maó.
La superficie de explotación que sale a concurso es de 55.200 metros cuadrados de espejo de agua en los que se ubican diversos pantalanes con sus correspondientes trenes de fondeo para el amarre de 391 embarcaciones de recreo de hasta 20 metros de eslora. La superficie en tierra es de 1.751,40 metros cuadrados e incluye muelles, zonas de acceso a los pantalanes y una edificación. Se incorpora, además, otra edificación de 29 metros cuadrados localizada en Cala Cavall que podrá ser puesta a disposición de terceros como almacén para material vinculado a la actividad del marisqueo o material náutico en general.
El plazo de la concesión actual está próximo a su finalización (30 de septiembre de 2023) y, analizada la conveniencia de continuar con la explotación de estos espacios en régimen de gestión indirecta, se ha optado por aprobar los pliegos que próximamente saldrán a concurso. Las embarcaciones de base amarradas en esta instalación que ahora se licita, que acrediten que lo son desde como mínimo tres meses antes de la publicación de los pliegos, tendrán preferencia frente a nuevas peticiones.
La cuantía anual de la tasa de ocupación es de 202.883 euros y la de actividad, conforme a los artículos 187 y 188 de la Ley de Puertos del Estado, será del 4% del volumen de negocio. El tiempo de duración de la autorización será de quince años, susceptible de reducción por parte de los licitadores en sus propuestas.
Importantes mejoras ambientales
Los pliegos recogen importantes mejoras ambientales y de sostenibilidad, algunas de ellas propuestas por el Ayuntamiento de Maó, con representación en el Consejo de Administración de la APB. Entre ellas destacan las actuaciones destinadas a minimizar el consumo de agua, como la obligación de instalar difusores automáticos en finales de mangueras para la limpieza de embarcaciones. Por otra parte se valorará la instalación de elementos de captación de agua de lluvia, así como la generación de agua dulce a través de mini-desaladoras.
En este contexto, el licitador deberá presentar un plan de minimización del consumo de agua dulce que contemple tanto campañas de concienciación de los usuarios como propuestas que podrían contemplar la construcción de nuevas instalaciones como acumuladores de agua de lluvia, mini-desaladoras, aprovechamiento de la humedad del aire o sistemas de detección y minimización de fugas. De igual forma serán preceptivos los planes de eficiencia energética, movilidad sostenible y control de emisiones.
Además, las obras de construcción o demolición deberán contar con una certificación sostenible que contemple todo el ciclo de la obra y se exigirá que los materiales de construcción usados en superficie dispongan de etiquetas ecológicas. También se exigirá la colocación, en varias zonas, de materiales que faciliten el desarrollo de comunidades marinas y la mejora de la biodiversidad para incentivar el crecimiento de flora y fauna en la zona de explotación.