Un ataque ruso el 9 de octubre con misiles balísticos contra varias infraestructuras en el puerto ucraniano de Chornomorsk, pocos kilómetros al sur de Odessa, causó la muerte de seis personas, heridas a otras once y daños a un portacontenedores de bandera panameña, según fuentes gubernamentales ucranianas. Se trata del tercer ataque contra intereses comerciales marítimos en los puertos ucranianos del mar Negro en cuatro días y el quinto buque mercante alcanzado por el ejército ruso en el espacio de un mes, después de varios meses sin incidentes.
Este nuevo ataque se suma al del 7 de octubre, cuando un buque de carga general –el Optima, de 5.800 tpm y abanderado en Palau–, recibió el impacto de un misil ruso mientras operaba en otro puerto de la región de Gran Odesa, causando la muerte de un trabajador portuario de nacionalidad ucraniana y heridas a cinco tripulantes del buque, según confirmaron las autoridades ucranianas. El gobierno de Kiev acusa a Rusia de estar llevando a cabo una campaña deliberada para interrumpir el comercio marítimo ucraniano.
Asimismo, el 6 de octubre, un misil Iskander M impactó contra el Paresa, un buque de carga general de 6.273 tpm en el puerto de Yuzhny. El ataque causó importantes daños materiales, aunque afortunadamente no hubo víctimas entre la tripulación.
Las autoridades rusas han reconocido oficialmente el ataque contra el Paresa argumentando que transportaba material bélico destinado a Ucrania, una afirmación que ha sido desmentida por la empresa que gestiona el buque, AK Shipping, con sede en Grecia. Según sus ejecutivos, el buque arribó al puerto de Yuzhny en lastre y estaba preparado para cargar maíz.
Para el viceprimer ministro ucraniano, Oleksii Kuleba, “estos ataques son un intento deliberado de intimidar y obstaculizar el trabajo del corredor marítimo ucraniano”. Kuleba aseguró que el comercio marítimo, que ha operado con relativa fluidez desde la creación del corredor ucraniano en agosto de 2023, se enfrenta ahora a una amenaza constante de Rusia.
Este corredor se estableció tras la retirada de Moscú de un plan impulsado por la ONU y ha sido clave para la economía ucraniana, permitiendo más de 2.500 tránsitos comerciales desde los puertos de Odesa, Yuzhny/Pivdennyi y Chornomorsk. Desde entonces, Rusia ha atacado con frecuencia las infraestructuras portuarias de las tres terminales, además de otros puertos junto al Danubio. Los ataques directos a buques habían sido muy poco frecuentes hasta el mes de septiembre, y desde entonces se han vuelto cada vez más habituales.
La última víctima mortal antes de estos últimos ataques a buques en el mar Negro data de noviembre de 2023, cuando un misil golpeó el KMax Ruler, causando la muerte de un práctico a bordo. Esta reciente escalada ha generado preocupación internacional, ya que los ataques rusos no solo se están dirigiendo a infraestructuras portuarias, sino también a buques mercantes.