Las milicias rebeldes hutíes han vuelto a lanzar un ataque contra un petrolero mediante una embarcación no tripulada (Unmanned Surface Vessel, USV) en aguas del mar Rojo, a unas 64 millas al noroeste del puerto yemení de Hodeida. El buque atacado, el Cordelia Moon, recibió un impacto en la madrugada del 1 de octubre en uno de sus tanques de lastre provocando una vía de agua. Se trata del primer ataque de los hutíes desde el 1 de septiembre.
El Cordelia Moon es un petrolero de 84.601 GT construido en 2006 y abanderado en Panamá. Según publica el medio especializado Lloyd’s List, ha estado operando de forma habitual entre Rusia e India, como parte de la denominada ‘flota fantasma’ que transporta petróleo ruso evitando las sanciones internacionales.
Asimismo, según la UKMTO (United Kingdom Maritime Trade Operations), un segundo buque que navegaba por la zona, un granelero con bandera de Liberia, sufrió el impacto de un misil, resultando dañado, pese a lo cual el granelero pudo retomar su viaje en dirección al Canal de Suez. Las autoridades aún están investigando los daños sufridos y el impacto económico de los ataques en ambos buques.
Los hutíes justificaron el primer ataque definiendo el buque como “un petrolero británico”, pese a figurar registrado bajo un empresa panameña y gestionado por otra empresa india. Este hecho vuelve a poner de manifiesto la falta de capacidad de los hutíes para identificar sus objetivos.
Posibilidad de apoyo ruso
Ante la vuelta de los ataques, aumenta la preocupación entre las fuerza de seguridad desplegadas en la zona y las empresas navieras. Según informes recientes, representantes rusos y hutíes han mantenido al menos dos reuniones este año en Teherán (Irán) y existe la posibilidad de que Rusia suministre misiles más avanzados a las milicias, con un alcance de hasta 300 millas.
Hasta ahora los efectivos desplegados en la zona de las Armadas de EE.UU., Reino Unido y la operación Aspides de la Unión Europea han logrado defender las rutas comerciales. Sin embargo Cormac McGarry, director de análisis de riesgos en la empresa Control Risks, ha advertido que cualquier incremento del tráfico o en la sofisticación de los ataques pondría a prueba su capacidad para proteger a los buques.
“Si los misiles rusos caen en manos de los hutíes, se producirá un cambio radical en el juego geopolítico”, señaló McGarry, subrayando que los hutíes han demostrado su habilidad para interrumpir el comercio marítimo con armamento obsoleto, lo que plantea serias dudas sobre el impacto que podrían tener si obtuvieran acceso a tecnología más moderna.