El Port de Barcelona estrenó ayer un acceso directo entre la playa de Sant Sebastià y la plaza Rosa dels Vents, así como un mirador privilegiado para disfrutar del litoral de Barcelona y el Mar Mediterráneo. Las Escaleras y el Mirador Vela, que combinan la arquitectura de vanguardia con la ingeniería civil, conectan los dos espacios habilitando para los peatones la zona del rompeolas ubicada entre el hotel W Barcelona y el mar.
Este nuevo espacio supone la culminación del Paseo Mare Nostrum, ampliando y conectando el espacios para los ciudadanos del entorno del Port de Barcelona, en una zona muy transitada para vecinos y visitantes, que a partir de ahora podrán acceder de forma mucho más fácil en la plaza Rosa dels Vents.
La obra, a cargo de Nova Bocana Barcelona y que ha tenido un coste de 1,5 millones de euros, ha sido proyectada por el arquitecto Carmelo Zappulla, del estudio barcelonés External Reference y ha sido construida por Construcía, bajo la dirección de obra de Pigra Engineering. El acto de inauguración, celebrado este mediodía, ha contado con la participación del presidente del Port de Barcelona, Damià Calvet, el director general, José Alberto Carbonell, el concejal del Distrito de Ciutat Vella, Jordi Rabassa, así como el director general de Nova Bocana, Javier Casado.
En su intervención, el presidente del Port de Barcelona, Damià Calvet, ha explicado que esta obra confirma el compromiso del Port con los ciudadanos de Barcelona, “ampliando los espacios abiertos y accesibles para los vecinos a la vez que pone en valor la riqueza paisajística de la playa de San Sebastián y el litoral de Barcelona con una intervención integrada estéticamente en un entorno excepcional. Una vez más, desde el Port se ofrece a Barcelona un nuevo espacio con el que seguir construyendo la ciudad que queremos. Hoy abrimos una nueva calle con vistas a toda Barcelona y desde donde también se podrá ver, de forma privilegiada, la Copa América que acogeremos en 2024.”
El director general de Nova Bocana, Javier Casado, ha destacado la voluntad del concesionario, la primera que se instaló en la zona y la promotora de las obras de la escalera y el mirador, de tener un impacto positivo en la ciudad: “Hay que hacer lo que esté en nuestras manos para devolver a Barcelona y, sobre todo, a sus ciudadanos el máximo posible de lo que esta ciudad nos da.”
También ha intervenido al acto al arquitecto responsable de la obra, Carmelo Zappulla, que ha explicado que “la culminación del paseo Mare Nostrum con una fachada transitable se propone como un elemento fundamental que reconfigura la relación de la ciudad de Barcelona, la gran protagonista del proyecto, con el mar.” Las escaleras y el mirador se alzan sobre una estructura de hormigón oculta cubierta con cemento sobre el rompeolas, que sirve de base para una segunda estructura metálica sobre la que se asienta la estructura a la vista de paneles de hormigón. Siguiendo un espectacular modelo tridimensional, estos integran estéticamente el conjunto en el entorno a la vez que garantizan la máxima resistencia de las estructuras en condiciones climáticas extremas, como las que se dan en un rompeolas.
La actuación también ha incluido un sistema para reciclar las aguas grises que genera el hotel W Barcelona y utilizarlas para regar las plantas que se integran en el nuevo espacio.