El Puerto de Motril ha sabido armonizar la sostenibilidad medioambiental sin restar operatividad a la descarga de mercancías. Esta semana llegaba un cargamento con varios miles de toneladas de pasta de papel que han sido desestibadas en el muelle de Graneles “gracias a la buena disposición de las naves de almacenaje, cerca del cantil del muelle y a la polivalencia de la zona de atraque”, ha justificado el presidente de la Autoridad Portuaria, José García Fuentes, quien añade que “de esta forma se ha contribuido a minimizar la huella de CO2 a la atmósfera al eliminar el tráfico rodado de camiones por los viales internos del recinto portuario”.
La pasta de papel ha llegado a bordo del buque TIAN-LU, con bandera de Hong Kong y de la compañía Cosco Shipping. El barco tiene una eslora de 190 metros, llegando a ocupar la práctica totalidad del muelle de Graneles, de 260 metros de línea de atraque.
García Fuentes ha aprovechado ésta operativa en particular para recordar las diferentes acciones medioambientales que se han llevado a cabo los últimos años para el diseño de un puerto “más amable con su entorno”. Entre otras, la electrificación de los motores de las maquinarias que operan dentro del recinto portuario, tales como las grúas de carga y descarga, los camiones de corto recorrido y el resto del parque móvil. También, la futura zona de preembarques con la creación de una gran superficie de 40.000 metros cuadrados que generará electricidad fotovoltaica suficiente para el autoconsumo de la totalidad del recinto portuario con energías limpias no contaminantes, o la reciente implantación de paneles solares en la nueva lonja que generarán una potencia de 184 kilovatios y que, junto con la obra en construcción de la Nave de Inspección, suministrarán energía menos costosa a todo el Puerto Pesquero.