El sector pesquero europeo, agrupado en Europêche, cree que la Política Pesquera Común (PPC), adoptada en 2013, ha de reformar algunos elementos básicos, tales como la obligación de desembarque o la definición de capacidad pesquera y adaptarse a los nuevos retos geopolíticos, si Europa quiere disponer de un sector competitivo en el mundo y con capacidad de asegurar el suministro de productos pesqueros a los europeos y, consecuentemente, su seguridad alimentaria.
Así lo ha manifestado Javier Garat, presidente de Europêche, organización a la que pertenece la Confederación Española de Pesca (CEPESCA), durante un acto organizado por la Comisión Europea (CE) para analizar esta normativa europea.
Durante el encuentro, el sector pesquero afirmó que la PPC ha permitido una rápida recuperación de las poblaciones de peces en toda Europa, especialmente en el Atlántico noreste, pero a costa de la flota y el empleo en el sector. Según el sector, los pescadores han debido enfrentarse a normas poco realistas e inviables, a lo que se suma la pandemia mundial vivida durante dos años y ahora la crisis energética provocada por el conflicto armado en Ucrania. “Todo ello –afirmó Garat–, está amenazando a los pescadores con convertirnos en una especie en peligro de extinción y Europa debe reflexionar sobre ello”.
A juicio del sector, si la Política Pesquera Común quiere dar respuesta a los nuevos retos geopolíticos y del cambio climático, ha de poner a los pescadores en el centro de las decisiones y basarse en la ciencia y no en campañas demagógicas fundamentadas en las emociones y no en datos”.
En este sentido, Garat apuntó como ejemplo la obligación de desembarque, propuesta como reacción a una campaña lanzada por un chef del Reino Unido o la actual petición de prohibir la pesca de arrastre de fondo. De hecho, durante el debate, la científica Clara Ulrich, del Instituto Frances de Ciencia y Tecnología Marina (Ifremer), apuntó replantear la obligación de desembarque y utilizar un enfoque diferente para evitar las capturas no deseadas y eliminar los descartes.
Según Garat, “nuestros pescadores necesitan normas racionales y comprensibles que les permitan seguir siendo competitivos e innovadores frente a legislaciones inaplicables y las nuevas políticas medioambientales radicales que sólo generan desconfianza y tensión entre el sector, los gobiernos y la propia sociedad”. Tenemos una nueva oportunidad”, -subrayó Garat-, para aprender de los errores del pasado y adaptarnos a las necesidades futuras y a las demandas globales, y ello pasa por modificar la dinámica normativa actual. Es inviable –añadió Garat–, que los pescadores necesiten ser abogados para poder salir a faenar”.
Durante el acto, Europêche reafirmó su compromiso con un entorno marino sostenible como elemento fundamental de su actividad, y expuso que la PPC no puede descuidar a los pescadores, su experiencia y conocimiento, así como las vertientes sociales y económicas de su actividad, y sólo tener en cuenta los objetivos medioambientales.
En este sentido, Garat subrayó que es necesario disponer de más y mejor ciencia para tomar decisiones, incluyendo estudios del impacto socioeconómico de las políticas pesqueras. Además, los pescadores pidieron que se mantenga el acceso a los recursos naturales y a sus caladeros tradicionales “que, poco a poco, están siendo apropiados por nuevas actividades marinas o convirtiéndose en áreas marítimas protegidas”, apuntó Garat, que cree que esta tendencia pone en serio riesgo nuestra soberanía alimentaria.
En la reunión, Europêche, expuso aspectos concretos de la normativa que deben de ser revisados, tales como considerar parte de la capacidad pesquera de un buque los espacios destinados a cocina, camarotes, aseos o zonas de recreo. Según el sector, ello resta capacidad a la flota para avanzar en su estrategia de introducir nuevas tecnologías de motores o en la de poner en marcha políticas para fomentar la incorporación de la mujer a la pesca o mejorar las condiciones de los tripulantes a bordo. “De ahí la necesidad –apuntó Garat–, de encontrar fórmulas alternativas, como el tonelaje neto, para medir la capacidad pesquera”.
Garat también solicitó el reforzamiento de la dimensión exterior de la PPC en la gobernanza de los océanos para lo que es necesario, apuntó, disponer de más recursos financieros y humanos. En este sentido, recordó la importancia de los acuerdos de pesca firmados con terceros países. También elogió el trabajo de la CE en la lucha contra la pesca ilegal a nivel mundial y subrayó la necesidad de aplicar las mismas normas a todos los buques que operan en aguas internacionales para garantizar una actividad en igualdad de condiciones. Por último, Garat reiteró su petición de reconocer el papel de las empresas mixtas en terceros países.