Los pasajeros y la tripulación del catamarán «Bentago Express» de la compañía Fred Olsen, que cubre la ruta entre Tenerife y La Palma, se han llevado el susto de su vida, gracias a los efectos de la tormenta «Celia» que afecta a Canarias en estos días.
Luces caídas, destrozos en neveras y botelleros, coches desplazados y colisionados con otros vehículos en el garaje.
Aunque la compañía insiste en que es algo que puede ocurrir cuando hay un temporal, no hay motivos para suspender estos viajes. Sin embargo la mala mar ha desplazado todos los objetos que no están fijados al suelo o anclados, especialmente en la cafetería. Son los efectos de navegar contra las olas.
Esta «operativas de mal tiempo» como se denominan en la compañía obligan a establecer una serie de protocolos y seguridad para la tripulación y el pasaje, y en ocasiones los vehículos se desplanzan, aunque casi nunca pasan de roces y desperfectos me poca entidad.
El viaje se ha realizado a menor velocidad y no se han producidos incidentes con el pasaje o la tripulación, sin que haya constancia de personas heridas.
La compañía ha asegurado que no hay previsión de modificar o cancelar ningún trayecto.
También este mismo lunes un catamarán de la misma compañía sufría las inclemencias del tiempo en su salida del Puerto de Agaete en Gran Canaria, aunque la compañía insiste en que son viajes con cierta normalidad cuando hay tormentas, a pesar de lo impactante de las imágenes.
Los viajeros, sin embargo, han pasado un mal trago, algo que parece evidente viendo las imágenes de Agaete y el interior del buque en el trayecto de Tenerife a La Palma