La Autoridad Portuaria de Tarragona, en su afán por mejorar la seguridad de todas las personas que hacen uso de sus instalaciones, ha proyectado la instalación de pilones flexibles en todo el KM0 para delimitar los diferentes carriles para diferentes usos.
De este modo el Puerto Tarragona instalará pilones flexibles reflectantes de 75 cm de altura cada 10 metros en todo el recorrido hasta el Far de la Banya. Estos pilones irán colocados sobre la línea blanca de separación de los carriles. Por ambos lados separará la zona central, por donde circulan los vehículos motorizados, con los carril bici y carril de los andadores.
En su política de mejora continúa, la APT trabaja desde hace tiempo en cómo optimizar las operativas de cruceros que llegan al muelle de Baleares y al dique de Levante y que transportan a los turistas que lo desean en la ciudad. Con este avance el Puerto de Tarragona quiere que la convivencia entre usuarios del KM0 y las llegadas de turistas a la ciudad puedan cohabitar sin alterar el uso normal de las instalaciones.
Esta intervención tendrá un coste de 39.000 euros (IVA excluido) y estará instalada a principios de junio, antes del inicio del aumento de llegadas de cruceros al Puerto de Tarragona coincidiendo con la época estival.
Cruceros en el Puerto Tarragona
En octubre de 2021, se inauguró el Muelle de Baleares, donde se fijó el objetivo de recuperar en dos años los niveles de escaleras y de pasajeros de 2019 y las previsiones para la temporada 2022 apuntan a que esta demanda podrá ser realidad en 2023.
La programación para este 2022, prevé 38 escalas que sumarán unos 58.200 cruceristas en total, situándose en niveles similares al año de 2017 pero todavía lejos de las cifras de 2020 y 2021. El Port prevé recibir cruceros durante toda la temporada, a partir del 15 de abril y hasta el 11 de noviembre, pero la mayoría de las escaleras se concentran en los meses de abril y mayo (7 y 6 escaleras, respectivamente) y en el mes de octubre (15 escaleras, con más de 30.000 pasajeros).