Según las últimas estimaciones derivadas de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo se espera a priori una mejora en las cifras del comercio mundial de bienes y servicios. Sin embargo, tras las últimas decisiones del Banco Central Europeo y de la reserva Federal Americana, la inflación no acaba de desaparecer, dando paso a una bajada de los tipos de interés que espolee un periodo real de recuperación y de bajada de los precios.
Las tensiones geopolíticas a nivel mundial y el conflicto creciente de Oriente Medio hacen tambalear una recuperación económica necesaria para afianzar los mercados y recuperar la tal ansiada estabilidad de las cadenas logísticas. Una incertidumbre creciente en estos aspectos, no facilita un cambio de tendencia. Esta última semana las bolsas también reflejan un estado de cierto pesimismo, donde las ventas han aflorado de nuevo y la mayoría de los parquets cierran planos o a la baja. Son sobre todo los conflictos bélicos los que desactivan cualquier indicio de mejora. Las expectativas no son halagüeñas y todo apunta a que, con la prolongación de los diferentes enfrentamientos a nivel global, también continuaremos con la incertidumbre y consecuentemente con la inestabilidad económica y del comercio interoceánico.
Suez y Panamá continúan con los problemas de los que he hablado en artículos precedentes. El primero con reducciones de tráfico de hasta un 42% por la presencia hutí en el estrecho de Mandeb y el segundo con las deficiencias provocadas por la sequía y el llenado de sus esclusas. Todo ello está perturbado por completo las rutas marítimas y transversalmente la actividad portuaria.
2023 no ha sido un buen año para el comercio en general. La economía china sigue luchando por recuperar cifras positivas, influenciada por la baja demanda de sus socios comerciales. Como siempre, lo que daña al gigante asiático, repercute a escala mundial. Durante 2023 el índice de gestores de compras chino, solo ha presentado dígitos positivos dos veces y durante el primer trimestre de 2024, tampoco se aprecia una mejoría notable. La desaceleración mundial se está notando a nivel general.
Ante este panorama comercial y su impacto a nivel portuario y de las cadenas logísticas, se constata que estas actividades no garantizan ni mucho menos, una garantía de continuidad o de estabilidad suficientes, para planificar con cierto índice de seguridad los tráficos futuros o a largo plazo. Con todo ello hay que insistir en la capacidad que deben de tener las empresas del sector, para reaccionar con diligencia a un panorama muy cambiante y volátil, como método de supervivencia.
A nivel portuario, una de las claves estratégicas que se consolida es la del sector energético en un espectro amplio. La bajada de tráficos debido a las incidencias ya descritas en las rutas marítimas y de la incertidumbre en las cadenas logísticas, puede ser suplida en parte, por toda actividad relacionada con el sector energético, refiriéndonos a la producción, manipulación y almacenamiento de combustibles alternativos o sintéticos, al sector amplio de las renovables, a la fabricación y distribución de sus componentes asociados y al suministro y avituallamiento de los buques que se han visto obligados a modificar sus rutas por causas de fuerza mayor.
Así lo han entendido numerosos recintos portuarios como por ejemplo los franceses, que se han volcado en la distribución de los combustibles sintéticos generando una nueva y valiosa cadena logística. Ya son mas de 500, los proyectos de electro-combustibles fabricados a partir de hidrógeno producidos con fuentes renovables o nucleares, según fuentes del Bureau francais des e-fuels, que agrupa a compañías de la talla de Airbus o CMA CGM. La semana pasada analizaba el uso creciente del metanol en los buques, pero también el e-amoniaco y el e-queroseno tienen un importante mercado por delante. Los e-combustibles no dejarán los mercados y se comercializarán cada vez en mayor cuantía, generando la necesidad de una red global de suministro. Y no todos se destinan a combustibles, disponen de otras importantes aplicaciones como por ejemplo fertilizantes nitrogenados. Su versatilidad es garantía de comercialización. Solo en el país galo ya hablamos de cantidades manipuladas que sobrepasan las 500.000 toneladas/año.
Asistimos sin género de dudas al fortalecimiento y consolidación de un importante sector. Los acontecimientos geopolíticos, conflictos y crisis a nivel global, afectan primeramente al incremento de precios, a las cadenas logísticas, a los bienes de consumo y a la demanda global, pero no al sector energético, que, por el contrario, no deja de experimentar un crecimiento y demanda significativos.