La 46ª sesión de la Comisión General de Pesca del Mediterráneo (CGPM) de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), que ha concluido el pasado viernes en Split (Croacia), ha sido una de las más productivas de la historia de la organización.
La CGPM constituye la organización regional de gestión de la pesca con autoridad para formular recomendaciones vinculantes sobre el desarrollo de la pesca y la acuicultura en el Mediterráneo y el mar Negro. Como tal, la sesión anual supone una fecha crucial en el calendario del sector, y este año contó con representantes de los países miembros de la CGPM a los que se unieron expertos y observadores de 12 organizaciones asociadas, entre ellas Global Fishing Watch, MEDAC, Oceana, OceanCare y WWF.
Cada año, se proponen y votan recomendaciones y resoluciones para que los miembros de la CGPM acuerden un plan de trabajo de cara a los próximos años. Todas las decisiones están encaminadas a garantizar un futuro sostenible a largo plazo para el vital sector pesquero y acuícola de la región.
Este año, se adoptaron por unanimidad un total de 34 decisiones, incluidas 24 recomendaciones vinculantes, el mayor número hasta la fecha. Las propuestas se centraron en tres temas principales: mejorar la gestión de la pesca, abordar las cuestiones climáticas y medioambientales en el sector de la pesca y de la acuicultura, y reforzar el cumplimiento de las normas.
Continúa el auge de la gestión con base científica
Durante la última década, la CGPM ha introducido planes de gestión plurianuales con base científica para poblaciones comerciales clave. Actualmente, ya hay un total de 10 en funcionamiento. Estos planes guían la aplicación de medidas destinadas a lograr y mantener una explotación sostenible de los recursos pesqueros, además de contrarrestar la sobrepesca y asegurar unos rendimientos elevados y viables a largo plazo.
«Los datos obtenidos sobre el terreno muestran que los planes están suponiendo un avance real hacia los objetivos de sostenibilidad», declaró Valérie Lainé, jefa de la unidad de gestión de la pesca en el Mediterráneo y el mar Negro de la Dirección General de Asuntos Marítimos y Pesca de la Comisión Europea. «Resulta muy alentador comprobar el impacto de nuestros esfuerzos comunes».
A partir de un asesoramiento científico sólido y exhaustivo de los órganos subsidiarios de la CGPM, en Split se adoptaron una serie de propuestas para seguir perfeccionando el alcance y la eficacia de los planes en funcionamiento.
Aumenta el apoyo a las medidas medioambientales
La productividad de la pesca depende de que el océano goce de buena salud. Por este motivo, junto con las medidas destinadas directamente a las poblaciones de especies de interés comercial, también se pusieron sobre la mesa de negociación una serie de recomendaciones para minimizar el impacto de la pesca en el medio marino en general/ en su conjunto. Se acordó un Plan de Acción Regional para proteger las especies vulnerables, incluidas las aves marinas, los cetáceos y las tortugas marinas. A su vez, las especies en peligro crítico, como la anguila europea y el esturión del mar Negro, obtuvieron mayores niveles de protección.
Los medios marinos vulnerables también ocuparon un lugar destacado en los debates. En este sentido, los miembros acordaron una hoja de ruta para el establecimiento de una zona de pesca restringida que proteja los frágiles montes de coral de Cabliers, ubicados en el mar de Alborán. Asimismo, mientras el mundo se esfuerza por reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en el marco del Acuerdo de París, la CGPM ha lanzado una iniciativa a largo plazo para lograr la descarbonización de la flota pesquera regional.
Otro aspecto fundamental de la acuicultura es su dimensión medioambiental. Se prestó especial atención a este tema, ya que se formularon propuestas procedentes de varios países interesados en el desarrollo sostenible del sector. Velar por que el sector emplee sistemas de producción respetuosos con el medioambiente resulta crucial para su continuo desarrollo. Por este motivo, cuando se propuso una resolución para elaborar directrices que apoyaran la aplicación de programas de vigilancia medioambiental en toda la región, contó con un gran respaldo. Asimismo, las iniciativas encaminadas a reducir el uso del plástico y mejorar la gestión de los residuos del sector también quedaron reflejadas en nuevas decisiones.
Al igual que hicieron con la flota pesquera, los participantes en la sesión formularon una serie de propuestas para conseguir la descarbonización del sector de la acuicultura, incluida la promoción de fuentes de energía sostenibles, técnicas de secuestro de carbono y métodos de producción de bajo impacto. De igual modo, se sentaron las bases para poner en marcha de un plan regional de adaptación al clima para que el sector sea más resiliente ante los cambios propios de un mundo en proceso de calentamiento.
Refuerzo de la capacidad de ejecución
El último ámbito que se abordó en la 46ª sesión fue el cumplimiento, es decir, las medidas destinadas a garantizar que las decisiones de la CGPM se apliquen de forma efectiva y que los países miembros cumplan los compromisos adquiridos para el desarrollo y la regulación de sus actividades pesqueras y acuícolas. Se establecieron hitos importantes en numerosos ámbitos y se adoptaron nuevas herramientas para afianzar una cultura que abogue por el cumplimiento. Se pusieron en marcha dos programas permanentes de inspección y vigilancia en aguas internacionales, mientras que los nuevos programas de documentación de capturas para el rodaballo del mar Negro y el coral rojo del Mediterráneo, de gran importancia desde el punto de vista comercial, aumentarán la responsabilidad y contribuirán a la lucha contra la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (INDNR).
Asimismo, se creó un nuevo mecanismo para fomentar una cultura del cumplimiento en la región, mediante la adopción de una decisión clave que permitiría al Comité de Cumplimiento identificar mejor los casos de incumplimiento, sus causas y, lo que es más relevante, las medidas de seguimiento adecuadas para prevenirlos y mitigarlos. De igual modo, se mostró un firme compromiso político en relación con el establecimiento de un sistema regional de seguimiento y control de buques.
Para el secretario ejecutivo de la CGPM, Miguel Bernal, que cumplió su primer año en el cargo en la cuadragésima sexta sesión, la aprobación con éxito de un número récord de decisiones debe ser un motivo de orgullo para los miembros. «Por definición, hacer planes para la conservación y el uso sostenible de los recursos marinos compartidos depende de la confianza y la colaboración entre muchas partes interesadas muy distintas», comentó. «Estoy realmente satisfecho por la actitud ambiciosa que nuestros miembros han aportado a la sesión de este año, al haber unido fuerzas para alcanzar metas y objetivos comunes. Asimismo, aplaudo el trabajo preliminar realizado por los países de nuestros órganos consultivos técnicos: gracias a sus conocimientos y experiencia, nuestros miembros disponen de la base necesaria para adoptar más decisiones y de mayor calidad sobre nuestro futuro común».