Un gran re encuentro. De esta forma podríamos calificar la edición de FIMAR que hoy se ha clausurado con un nuevo emplazamiento y con renovadas esperanzas. Y es que aunque no estaban todos, sí que estábamos todos.
La Feria Internacional del Mar en Las Palmas de Gran Canaria ya es un hecho constatado y hemos visto como, a las primeras de cambio, allí había una muestra, un espacio donde empresas, entidades y colectivos retomaron ese entusiasmo por ofrecer los mejores y últimas novedades de los deportes y las actividades relacionadas con el mundo marítimo.
Pero vamos por partes, pues esta edición da para mucho. Lo primero, el emplazamiento. Cambiar, de la plaza al muelle: un acierto. El entorno en estas cosas de las muestras es muy importante y aunque ha sido provisional, qué quiere que les diga, perfecto. La cercanía al agua, a las actividades recreativas y la posibilidad de conocer los deportes náuticos, siempre se ha hecho, pero esta vez era al lado. Usar esa parte del puerto, una parte señera, la que ahora mismo es el vínculo con el turismo, que va a ser totalmente remodelada, le dio a FIMAR el punto de referencia que las actividades retomaban el ritmo.
Luego el entorno en sí mismo y el ambiente. No vamos a decir que había el número expositores como en la última edición ‘normal’ de 2018, pero sí, que los que había, cuadraban perfectamente. ¿Que se echaron de manos alguna de las grandes firmas? Pues si, pero estaban las que tenían que estar. ¿Que no estaban algunos de los expositores de tiendas y comercios especializados? Pues también. Pero estaban los más representativos.
Y del espacio ¿Qué podemos decir del espacio? El adecuado. Se podía haber hecho mayor: Si, pero ¿para qué? Que se usara esta zona del puerto para integrar al visitante a la mar, repito, un acierto.
Y es que de lo que se trataba, a mi juicio, era el decir ‘Estamos aquí. Hemos vuelto’. Ustedes dirán que el año pasado, en el Puerto Deportivo, también hubo feria, pero yo no iría tan lejos. Fue un intento que estaba rodeado por unas circunstancias muy diferentes y fue el indicativo de que el sector náutico estaba vivo. Pero lo de esta edición ha sido diferente. Estamos aquí y vamos a seguir proporcionando a nuestras islas de deportes, entretenimiento y actividades relacionadas con el mar.
El apoyo institucional que allí quedó patente, es uno de los símbolos que las empresas y aficionados vieron y sintieron. No hubo ausencias y las declaraciones de unos y otros, fueron parte de ese síntoma de que hemos pasado dos años complicados, pero volvemos a estar aquí y podemos contar con ellos y con nosotros.
Y del público, qué decir. Que participó, estuvo allí y notó que desde las empresas, los sectores y subsectores, la Universidad, la Armada, ayuntamientos, clubes y todo aquel que pudo estar, estaba para y por los aficionados, con sus sorteos, sus precios de referencia y especiales, la información y todo eso que rodea una muestra, es náutica y que vivimos el mar.
Fue una feria en la que no estaban todos, pero no faltó nada ni nadie.