Vivimos días convulsos, de cambios profundos. El sector marítimo contenerizado tiene a uno de los grandes operadores globales en venta inminente…HMM.
HMM, anteriormente Hyundai Maritime Merchant, está en pleno proceso de licitación. Hay tres corporaciones coreanas menores participando en el tender junto a Hapag-Lloyd, y al parecer era la naviera alemana la que ha ofrecido la mayor oferta entre las cuatro, pero se ha descartado su candidatura y se quedan las tres empresas locales en liza. El gobierno coreano, al igual que las instituciones y el público coreano en general, temen que se pueda perder el control del transporte marítimo en el que el puerto de Busan, uno de los de mayor actividad a nivel mundial. Además, vender HMM a una empresa extranjera supondría perder el control sobre los 8 megabuques financiados por el gobierno, actualmente en las rotaciones de la línea.
Pero mejor analicemos las posibilidades que tienen el Banco de Desarrollo e Inversión coreano (KDB) y la Corporación de Negocio Marítimo coreana (KOBC), que ostentan la mayoría de acciones, con un 20,69% y 19,96% respectivamente. De aquí en adelante, el Banco, aspira a una venta final superior a los 5 trillones de wons, lo que supone unos $4B (4 mil millones de dólares).
Ningún chaebol importante accedió al tender de HMM, para gran decepción del banco. Quizás LX International es lo más cercano, escisión familiar del grupo LG, ostenta LX Pantos entre otros negocios. Los otros dos candidatos actuales son Haerim, que ostenta el negocio de STX PanOcean (negocio Bulk) y Dongwon, una empresa pesquera, que maneja una terminal en el puerto de Busan. Las sinergias alcanzables son limitadas en los 3 casos, quizás para un operador logístico global como LX Pantos, sería una fortaleza manejar una naviera global, el problema es que no tienen fondos para afrontar la compra en condiciones, al igual que los otros dos pretendientes coreanos. Se estima que el precio de venta de la mayoría del accionariado de HMM debe superar los seis mil millones de dólares, dado que incluye el Premium de control de gestión. Ninguna de las 3 empresas coreanas tiene liquidez suficiente y ni siquiera juntando el líquido disponible llegan a copar las expectativas del banco. No se ha informado oficialmente del monto de la oferta de Hapag-Lloyd, pero se ha filtrado que era la superior, tanto en importe como en posibilidades de futuro y supervivencia en el sector. El banco argumenta que el factor patriótico de no perder el control sobre la naviera tuvo peso primordial en la decisión.
Los datos oficiales de liquidez muestran que Dongwon dispone de unos 500 millones de dólares, LX International de mil millones (se estima que puede obtener apoyo financiero del grupo LG llegando a 1,800 millones de dólares) y Haerim, son el apoyo de fondos de inversión y bancos privados puede llegar a $1,200 millones. De esta manera, fusionando esfuerzos en un Consortium entre las tres empresas, todavía falta financiación para afrontar la compra. Gambitas devorando ballena…
Cabe mencionar el bagaje histórico de HMM. Fue fundada por el creador del grupo Hyundai, pero al fallecer el fundador, la segunda generación partió el grupo entre Hyundai Motor Company (los coches Hyundai y Kia actualmente) y el resto del grupo Hyundai, que paso a manos de la viuda del hijo que heredó Hyundai group, que incluía financiera, constructora, elevación, distribución, retail, etc. y la naviera. Una historia similar a Hanjin Shipping, que acabó en manos de la viuda del heredero de la mítica naviera extinta. HMM es la naviera que decidió rescatar el gobierno coreano, desechando a Hanjin Shipping. En ese momento, el gobierno estaba manejado desde el ostracismo de una Rasputina, amiga de la presidenta de turno, que tuvo una afronta personal con el dueño del grupo Hanjin. Esta es una historia desconocida por el gran público mundial y que el sector en Corea no quiere ni pensar. El gobierno no ayudó a Hanjin Shipping para afrontar unos pagos de 300 millones de dólares, y salvó en su lugar a Hyundai Martime Merchant. La prensa internacional lo calificó de: gamba que devora a ballena. Es como si se pretendiera que el Rayo Vallecano o el Español asumieran la estructura, fans y negocios del Real Madrid o FC Barcelona. Todo un esperpento. La excusa oficial fue que después de meter 300 millones, habría que meter muchos más. Lastimosamente, rescatando a HMM se gastaron mucho más ordenando megabuques que ahora son un cáncer para sus resultados.
En realidad el gobierno no apoyó al mayor operador marítimo coreano, séptimo en esos momentos, por una afronta personal de la Rasputina con Cho Yang-Ho, amo de Hanjin y Korean Air entre otros. La historia es compleja, pero resumiendo que es gerundio. Los dueños de Hyundai Maritime Merchant y Hanjin mantuvieron una aguerrida competencia por la superveniencia de sus navieras, incluso aportando de sus bolsillos entre 20 y 60 millones de dólares, además de vender aceleradamente empresas menores de sus respectivos grupos para aportar liquidez a sus problemas financieros. La dueña del antiguo HMM, la señora Eun, era amiga de la Rapsutina y el dueño de Hanjin, el señor Cho, que cayó en desgracia con la susodicha. Cho obtuvo en Lausana las Olimpíadas de invierno de Pyongchang de 2018, presidiendo el comité olímpico coreano. Se responsabilizó de la gestión y organización, pero de repente desde el gobierno se sugirió que se le otorgaran las obras del estadio principal a la Rasputina, que había acordado sus propios términos con un estudio suizo. Cho se negó, dado que desconocía el poder de la señora con la que hablaba y le negó la obra. A partir de ahí, la persecución al grupo Hanjin fue notable, culminando con los 300 millones que el banco denegó a Hanjin salvando a Hyundai Maritime Merchant. El señor Cho acabó ¿suicidándose? en su mansión de Los Angeles de California. Es triste pero cierto. El error del gobierno siguiendo los designios de la Rapsutina han llevado a esta situación de debilidad y futuro incierto para Busan.
Ahora que el Banco ha descartado a Hapag-Lloyd, veremos la capacidad y realidades del futuro de HMM. Está claro que el corto plazo supone pérdidas multimillonarias, a mayor capacidad, mayores pérdidas, y el comprador tendrá que tener en cuenta que el volumen de inversión y pérdidas sostenidas van a resultar muy importantes.