La Asociación de Consignatarios y Estibadores de Buques de Las Palmas (Asocelpa) festejó su primer centenario (1925-2025) el pasado viernes 3 de octubre en un multitudinario evento en el emblemático Castillo de La Luz del Puerto de Las Palmas. Carmen Moreno, presidenta de Asocelpa, estuvo arropada por las máximas autoridades de la delegación del Gobierno, Cabildo de Gran Canaria, Ayuntamiento de la Ciudad y Autoridad Portuaria. Fue un reconocimiento a la constancia y al espíritu colectivo que ha sostenido durante un siglo la vida portuaria de Gran Canaria.
Un siglo de servicio al Puerto y a Canarias
Fundada en 1925, Asocelpa nació con el propósito de defender los intereses comunes de los consignatarios y estibadores del Puerto de Las Palmas, en una época en la que el tráfico marítimo empezaba a consolidarse como eje vertebrador del comercio insular. Desde entonces, la asociación ha sido un referente en la modernización de los servicios portuarios, la profesionalización de sus empresas y la promoción del puerto como punto estratégico entre Europa, África y América.
Su presidenta, Carmen Moreno, recordó durante el acto que “los consignatarios somos el engranaje que hace girar el puerto y, con él, la economía de Canarias”. Una afirmación que resume la trascendencia de una profesión discreta pero esencial: la que se encarga de que cada buque que llega y zarpa lo haga con la precisión y el cuidado que exige la logística internacional.
Un homenaje a quienes forjaron la historia
El centenario tuvo un momento especialmente emotivo al rendir homenaje a dos figuras que simbolizan la historia y los valores de Asocelpa: Caridad Cuyás, primera presidenta de la asociación y pionera en un sector tradicionalmente masculino, y Juan Francisco Fonte, ejemplo de liderazgo y compromiso con la comunidad portuaria, Cronista Oficial del Puerto de Las Palmas, guardián de la memoria colectiva.Ambos han desarrollado una excepcional trayectoria en el ámbito portuario.
Cuyás, descendiente de una saga familiar en los orígenes del Puerto, recordó los avatares de su presidencia y el papel fundamental de Asocelpa. Emocionada, recibió la distinción en nombre de todas las mujeres que han contribuido silenciosamente al desarrollo portuario. “El puerto me enseñó que la perseverancia y la honestidad son los verdaderos motores del progreso”, expresó con gratitud.
Por su parte, Fonte destacó la importancia de mantener la unión entre empresas y administraciones: “Asocelpa ha demostrado que solo trabajando juntos se puede garantizar el futuro del puerto”.
Fonte habló de su trabajo como periodista portuario desde 1966 y su relación directa con los principales presidentes de la asociación: “Para este cronista ha sido una gran satisfacción que la Patronal más antigua de Canarias haya alcanzado esta mayoría de edad, como una confirmación de que sus cimientos han sido firmes y seguros desde el primer momento”. Fonte se hizo eco de la definición de Gran Canaria como “Isla-Puerto” o “la calle mayor del mundo”, en referencia a Bernardino Correa, y se congratuló de que en el puerto de Las Palmas todavía no haya colocado la última piedra desde que se inició en 1883.
En la entrega de reconocimientos a la excelencia se distinguieron las empresas que ha mostrado lealtad y constancia a lo largo de los años, como son los cinco asociados más antiguos de ASOCELPA, testigos vivos de un recorrido en el que Las Palmas pasó de ser un puerto de escala a convertirse en uno de los enclaves logísticos más dinámicos del Atlántico: Andrés Perdomo, Flick Canarias, Fred Olsen, Hamilton y Cía. y Noatun Maritime Spain (Guillermo Olsen y Cía).
El alma del Puerto de Las Palmas
Durante el acto, celebrado en el Real Club Náutico de Gran Canaria, se recordó que Asocelpa ha sido mucho más que una asociación empresarial. Es una comunidad, una red de personas que comparten un mismo propósito: que el Puerto de Las Palmas siga siendo un espacio de oportunidades, innovación y orgullo canario.
La presidenta Carmen Moreno subrayó que el puerto no es solo infraestructura, sino “un ecosistema humano donde conviven empresas, estibadores, marinos y familias enteras que han crecido al abrigo de su actividad”. En ese sentido, Asocelpa ha sabido mantener viva la llama de la cooperación y el respeto entre todos los actores del entorno portuario.
Carmen Moreno elogió el legado de los 14 presidentes que le han precedido y de los visionarios que en 1925 constituyeron la asociación para relanzar un puerto que en sólo unas décadas desde su construcción ya daba señales de convertirse en una referencia de progreso en esta zona del Atlántico.
Puertos y personas: una historia compartida
A finales del siglo XIX un grupo empresarial que tenía como eje central de su actividad la consignación, la estiba y desestiba de los buques se formó en el Puerto de Las Palmas y fue evolucionando con la introducción de la navegación a vapor y la progresiva burocratización de los puertos. Gracias a la expansión del comercio atlántico y el apoyo de la legislación puerto franquista, los consignatarios tuvieron un papel central en los negocios portuarios y mantuvieron fuertes vínculos con los principales armadores, primero con británicos, alemanes, franceses, y después de otras muchas nacionalidades.
La constitución de Asocelpa se hizo en las oficinas de la empresa Elder Dempster, presidida por el representante de Gran Canaria Coaling, Guillermo Seddon, mientras que actuó de secretario el delegado de Cía Canaria de Combustibles, Arthur H. Davies, con representación de diez empresas extranjeras y siete canarias. El primer presidente fue Emilio Ley Arata, de Elder Dempster Grand Canary Ltd, que estuvo hasta 1932. El vicepresidente fue Carlos F. Schoop (Woermann Linie Ltd); Tesorero, Arturo Henderson Davies (Cía General Canaria de Combustibles SA) y los Vocales Eduardo Fisher (Cía Yeoward Bros) y Gerardo Miller (Miller y Cía).
La importancia de los consignatarios copaba todas las áreas de la actividad económica grancanaria. La Cámara de Comercio de Las Palmas se fundó en 1901 y su presidente fue un empresario destacado del Puerto, Miguel Curbelo Espino, miembro destacado de Asocelpa y también presidente de la Junta de Obras del Puerto.
Hoy, el puerto es un referente en reparaciones navales, tráfico de contenedores, bunkering, cruceros y servicios offshore, y buena parte de ese éxito se debe al trabajo silencioso de los consignatarios. “Detrás de cada maniobra, de cada atraque o despacho, hay profesionales que garantizan que el puerto funcione como un reloj”, recordó Moreno.
Una mirada al futuro
En su centenario, ASOCELPA no solo mira atrás con orgullo, sino hacia adelante con determinación. La nueva etapa estará marcada por la innovación, la sostenibilidad y la digitalización de los procesos logísticos, sin olvidar el valor de las personas. “Queremos que los jóvenes vean en el puerto una oportunidad de vida, un lugar donde desarrollar carreras profesionales con futuro”, señaló su presidenta.
El acto concluyó con un mensaje unánime: la unión es la fuerza que ha mantenido viva a ASOCELPA durante cien años y la que garantizará otros cien de prosperidad. Entre los aplausos y las miradas emocionadas, quedaba claro que este aniversario no era un punto final, sino un nuevo comienzo para seguir construyendo, desde el alma del puerto, el futuro de Canarias.