En un mundo en el que la regeneración ambiental ya no es una opción, sino una necesidad urgente, nace Bio-Ports: una asociación internacional sin ánimo de lucro concebida para reimaginar y transformar los puertos en centros de sostenibilidad, innovación y vida.
Fundada por el ingeniero portuario Ignacio Revilla y por Pablo Vidarte, CEO de la empresa biotecnológica Bioo, Bio-Ports impulsa una transformación profunda en uno de los espacios más significativos del mundo urbano y costero: el puerto. Mucho más que infraestructuras logísticas, los puertos son, en muchos casos, la entrada de cada ciudad al mundo. Y es ahí donde Bio-Ports plantea su visión más ambiciosa: convertirlos en ecosistemas vivos, energéticamente autónomos, resilientes y regenerativos.
La colaboración con Bioo ha sido esencial para materializar esta visión, habiendo sido premiada como la empresa más innovadora de Europa por el Parlamento Europeo. Desde sus centros de investigación en Barcelona, el parque Bibo Park y otros hubs tecnológicos, se han desarrollado tecnologías que están empezando a cambiar la manera en que concebimos la infraestructura portuaria. Entre ellas, los Paneles Bioo, capaces de generar agua y energía utilizando microorganismos naturales, ya han demostrado su eficacia con un retorno de inversión inferior a cinco años.
“Imaginamos un puerto donde la propia tierra genera los recursos que necesita: donde los suelos producen agua, energía y refrigeran el ambiente sin necesidad de maquinaria artificial”, explica Pablo Vidarte. “Es un entorno donde las zonas verdes proveen de un valor económico, donde el agua del mar se limpia y se reutiliza con fotobioreactores, utilizando algas vivas para crear fertilizantes, y donde incluso las plantas y algas emiten luz por la noche por medio de bioluminiscencia para reducir el consumo energético y la contaminación lumínica en espacios diseñados para el impacto económico y sostenible pero también para la
experiencia de la propia vida que habita la ciudad”.

Este modelo de puerto biotecnológico no se limita a la superficie. Bajo el mar, Bio-Ports también promueve estructuras submarinas diseñadas con microtúneles y materiales especializados para estimular la proliferación de vida marina, incluyendo corales y plantas marinas locales. El objetivo es pasar de la sostenibilidad pasiva a la regeneración activa: no solo evitar el daño al entorno, sino sanarlo, enriquecerlo y hacerlo crecer.
Bio-Ports ya está desarrollando colaboraciones con numerosos sistemas portuarios internacionales. Aunque muchas de estas implementaciones están aún en fases iniciales, la tecnología ya está disponible y los primeros resultados empiezan a posicionar este modelo como un nuevo estándar global. Uno de los primeros en aplicarlo en más de 4.000 m2 ha sido el puerto de Ibiza con resultados muy positivos, y se estima que en los próximos 2 años se aplique en al menos 5 puertos al completo en España, a la par que comienza el salto a nivel internacional.
Con el respaldo de entidades públicas y el impulso del sector tecnológico, Bio-Ports aspira a construir una red de puertos regenerativos que no solo sirvan como infraestructuras de transporte, sino como motores de salud urbana y planetaria. Una nueva forma de entrar al mundo, desde el mar.