En paralelo a la venta de la división del Estrecho a DFDS, otra parte clave del proceso de desinversión se centra en la venta de la división interinsular de Armas Trasmediterránea, responsable de las rutas marítimas entre las islas Canarias. En esta puja se han alineado dos actores destacados: el grupo Boluda y Transoceánica Canaria SL.
La naviera danesa DFDS, uno de los gigantes del transporte marítimo en Europa, está a punto de tomar control de la división del Estrecho del Grupo Armas-Trasmediterránea. Esta división –que opera las rutas marítimas entre Algeciras, Ceuta y Tánger Med– es la más valiosa del grupo español, representando por sí sola más del 60% del resultado operativo de la naviera canaria. La operación, valorada en unos 300 millones de euros, supondría un revulsivo importante en el mapa logístico del sur español y europeo, y consolidaría la expansión de DFDS en el Mediterráneo. Se consolidaría así el despiece de la naviera, adelantado por Infopuertos en mayo del pasado año. Fuentes bien informadas señalan que el acuerdo final podría materializarse en cuestión de semanas, sujeto a las autorizaciones portuarias y regulatorias pertinentes, ya que Armas Trasmediterránea tiene que afrontar
La operación: 300 millones por la joya del Estrecho
Según ha adelantado El Confidencial, DFDS ha alcanzado un preacuerdo con JP Morgan y Barings –principales acreedores de Armas– para adquirir esta unidad estratégica por unos 300 millones de euros. Se trata de las rutas que conectan el puerto de Algeciras (Cádiz) con Ceuta (enclave español en África) y con Tánger Med (Marruecos), un corredor marítimo de enorme importancia tanto para el transporte de mercancías como para el flujo de pasajeros entre Europa y el norte de África. Estas líneas constituyen la “joya de la corona” de Armas Trasmediterránea y su control brindaría a DFDS una posición de privilegio en el Estrecho de Gibraltar, uno de los pasos marítimos más activos del mundo.
La relevancia estratégica de este corredor ha ido en aumento en los últimos años, impulsada por el crecimiento económico de Marruecos y el auge del comercio euroafricano. Además del intenso tránsito de camiones y carga rodada hacia el norte de África, la zona registra un creciente flujo de pasajeros –incluyendo movimientos migratorios estacionales– entre España y Marruecos. No es casual que DFDS lleve tiempo interesada en expandirse aquí: la incorporación de estas rutas emblemáticas (Algeciras-Ceuta y Algeciras-Tánger Med) integrará el Estrecho en su red logística europea, potenciando la conectividad entre la península ibérica, África del Norte y el resto de Europa.
Armas Trasmediterránea: de la expansión ambiciosa a la crisis financiera
Los nuevos dueños –fondos de inversión– encomendaron al banco de inversión Houlihan Lokey la tarea de encontrar comprador para todo el grupo. Pero las ofertas integrales recibidas no han terminado de cuajar o no alcanzaron las expectativas económicas de los acreedores. Ante ello, optaron por fragmentar la venta, segregando las unidades de negocio. La más codiciada, sin duda, era la división del Estrecho –altamente rentable–, cuyo traspaso a DFDS se está ultimando.
Esta desinversión por partes ocurre contra reloj. Armas Trasmediterrána afronta un vencimiento urgente de 50 millones de euros el próximo 30 de junio de 2025, y en 2026 deberá devolver otros 225 millones. La delicada liquidez llevó a Moody’s a rebajar su calificación crediticia al rango CCC, anticipando riesgo de impago. En este contexto, la inyección de 300 millones por la venta del Estrecho es vital para los acreedores, que necesitan hacer caja de forma inmediata o, de lo contrario, aportar más capital para evitar la insolvencia.
DFDS refuerza su presencia en el Mediterráneo
Para DFDS, la adquisición encaja en una estrategia más amplia de expansión en mercados mediterráneos de alto crecimiento. La multinacional danesa –con más de 75 ferries en operación y unos 4.000 millones de euros de facturación anual– ya había puesto un pie en el Estrecho en 2022, cuando compró por 150 millones de euros la naviera alemana FRS Iberia/Maroc. Aquella compra le otorgó siete buques y varias rutas de carga rodada y pasaje entre España y Marruecos, sirviendo de plataforma inicial para su desembarco en la región. Ahora, con la incorporación de las líneas de Armas Trasmediterránea, DFDS se afianza en uno de los corredores marítimos más dinámicos de Europa.
La naviera escandinava cotiza en la Bolsa de Copenhague con una capitalización de alrededor de 800 millones de euros, y ha orientado su crecimiento a rutas de alta proyección en el transporte de pasajeros y mercancías. Su apuesta por el sur de Europa responde en parte al auge de Marruecos como polo industrial y logístico: en los últimos años, el país magrebí ha captado deslocalizaciones de importantes fabricantes, incrementando el flujo de camiones, suministros y viajeros a través del Estrecho. DFDS busca capitalizar esta tendencia, integrando el enlace Algeciras-Tánger en su red de servicios que conectan con el resto de Europa. En términos estratégicos, la operación le permite controlar directamente un tramo esencial en la cadena logística euro-africana, complementando sus rutas en el Atlántico Norte, Mar del Norte y Mar Báltico con una fuerte presencia en el Mediterráneo Occidental.
Un mercado en reordenación en el Estrecho de Gibraltar
La entrada de DFDS en las rutas del Estrecho implica una reconfiguración del mercado marítimo en la zona. Históricamente, Trasmediterránea (ahora Armas Trasmediterránea) y Baleària han sido los operadores españoles predominantes en las conexiones con Ceuta, Melilla y el norte de Marruecos, junto a competidores como FRS (Alemania) o la marroquí AML.
Con la probable salida de Armas Trasmediterránea de las rutas clave Algeciras-Ceuta y Algeciras-Tánger Med, DFDS asumirá ese espacio, pasando a compartir protagonismo principalmente con Baleària. Las rutas en cuestión continuarían operando bajo la gestión de DFDS, probablemente a través de filiales locales en España y Marruecos, garantizando la continuidad del servicio a los usuarios pero bajo bandera corporativa danesa.
Para los usuarios y autoridades locales, especialmente en Ceuta, importará que se mantenga la frecuencia y capacidad de los ferries, dado que estas líneas son un enlace vital para el abastecimiento y la movilidad con la península. En principio, la solvencia y experiencia de DFDS podría traducirse en mejoras operativas: renovación de flota, y mayor puntualidad y estabilidad. No obstante, la reducción de operadores españoles despierta interrogantes sobre la competencia a medio plazo. Baleària, naviera de capital español, seguirá siendo un actor principal en la zona; pero la consolidación de DFDS podría intensificar la rivalidad en precios y servicios. También queda por ver si surgirán acuerdos puntuales entre ellas para repartirse determinadas rutas en caso de problemas de competencia o solapamientos (como apuntan algunos analistas y medios especializados, DFDS podría operar ciertas líneas secundarias si Baleària adquiriera otras para evitar concentración excesiva).
Consecuencias para el sector portuario y logístico
El desembarco ampliado de DFDS en el Estrecho de Gibraltar tendrá consecuencias relevantes en el ámbito portuario y logístico de la región. Por un lado, el Puerto de Algeciras se integrará aún más en las redes internacionales de DFDS, pudiendo captar mayores flujos de carga rodante con origen o destino en el norte de Europa gracias a las sinergias con las rutas de la naviera danesa. DFDS aporta capacidad financiera y una amplia red comercial, lo que podría traducirse en inversiones en infraestructuras portuarias (zonas de embarque y terminales de ferry) y en una promoción más agresiva del corredor Algeciras-Tánger en el tráfico logístico internacional.
Para Tánger Med, principal puerto de Marruecos, la operación también es positiva: un operador global como DFDS aportará know-how logístico y posiblemente aumentará la eficiencia y frecuencias en la ruta, apoyando el crecimiento de Tanger Med como hub regional.
Asimismo, la continuidad de las líneas del Estrecho bajo gestión de DFDS garantiza estabilidad en un servicio crítico para la economía del Campo de Gibraltar y Ceuta. La presencia de un actor sólido reduce el riesgo de interrupciones en plena Operación Paso del Estrecho (el dispositivo veraniego de tránsito masivo de pasajeros entre Europa y África), donde millones de viajeros cruzan anualmente. A nivel logístico, DFDS podrá ofrecer a los transportistas integraciones de servicio: por ejemplo, un camión marroquí podría embarcar en Tánger con DFDS y enlazar en Algeciras con otras rutas marítimas de la compañía hacia el norte de Europa, optimizando tiempos y costes en la cadena de suministro.
Por otro lado, la sustitución de Armas Trasmediterránea por DFDS implica un cambio de escenario para la comunidad portuaria local. Empresas auxiliares, proveedores y trabajadores portuarios notarán el cambio de operador, si bien DFDS probablemente mantenga gran parte de la estructura existente para asegurar la operatividad. Es previsible que la compañía danesa introduzca sus estándares operativos y de calidad, lo que podría elevar la competitividad global del servicio.
No obstante, habrá que observar cómo interactúan DFDS y Baleària con las autoridades portuarias españolas y marroquíes: la coordinación de horarios, uso de atraques y cumplimiento de contratos públicos (especialmente en la línea subvencionada de Obligación de Servicio Público Algeciras-Ceuta) serán aspectos clave para el equilibrio del sector.
En perspectiva, la adquisición de la división del Estrecho por DFDS marca un hito estratégico en el transporte marítimo español. Por primera vez, un gran operador extranjero gestionará de forma dominante las rutas del Estrecho de Gibraltar, rompiendo el histórico dominio de navieras nacionales. Para DFDS, significa afianzar una posición de liderazgo en un mercado en auge; para Armas Trasmediterránea, representa la pérdida de un bastión tradicional en aras de su supervivencia financiera; y para el conjunto del sector portuario y logístico, abre una etapa de nuevos desafíos y oportunidades en la conectividad entre Europa y África.
En los próximos meses se sabrá si esta apuesta redefinirá con éxito el equilibrio naviero en el Estrecho, potenciando la integración de estas rutas en las grandes cadenas logísticas internacionales, o si traerá consigo ajustes complejos en un sector que combina intereses empresariales, estratégicos y de servicio público. Las miradas de todo el ámbito marítimo ibérico permanecen expectantes ante el desenlace definitivo de esta operación sin precedentes.
Mientras tanto, el resto del Grupo Armas Trasmediterránea sigue en venta. La división de servicios interinsulares en Canarias –estratégica para la conectividad del archipiélago– ha despertado interés de varios postores. Entre ellos figuran Baleària, y el Grupo Boluda junto a empresarios canarios. Además existe una tercera opción que pugna por las rutas canarias de la que se guarda un hermetismo absoluto, pero que sabemos de buena fuente que no parece uqe sea del sector del transporte marítimo directamente.
Sin embargo, hasta ahora ninguna oferta por Canarias (incluida la ruta de larga distancia Cádiz-Canarias) o las conexiones del Mar de Alborán con Melilla ha satisfecho completamente las pretensiones de los fondos propietarios.
Es probable que, una vez cerrada la venta del Estrecho a DFDS, se intensifiquen las negociaciones para colocar las piezas restantes del antiguo imperio de Armas Trasmediterránea. La naviera de origen canario, que fue durante décadas sinónimo de transporte marítimo nacional, se enfrenta así a un desmantelamiento paulatino.
El frente canario se consolida
En paralelo a la venta de la división del Estrecho de Naviera Armas, otra parte clave del proceso de desinversión se centra en la adquisición de la división interinsular de Armas Trasmediterránea, responsable de las rutas marítimas entre las islas Canarias. En esta puja se han alineado dos actores destacados: el grupo Boluda y Transoceánica Canaria SL, constituida en abril de 2025 con un capital inicial de 400.000 euros, y cuyo objeto sociales es tenencia, dirección y gestión de valores representativos de fondos propios de otras sociedades. Esta sociedad recién nacida viene avalada por el perfil de sus consejeros representando a Operaciones Marítimas Canarias S.L., Bristol Bay Sociedad Limitada, Invencible Capital Sociedad Limitada y Avantech Equipos Sociedad Limitada. Entre sus consejeros se encuentran Rodolfo Núñez Ruano, presidente de Binter, en representación de Operaciones Marítimas Canarias; Germán Suárez Calvo, de Invencible Capital, presidente de la nueva sociedad, que además tiene su sede social en las instalaciones de Astican; José Julio Artiles Moragas, por Bristol Bay; y Francisco Guerra Álvarez, por Avantech Equipos. Como secretario de consejo figura Ignacio Medina Alonso y como vicesecretario José Manuel López Ruiz.
Boluda y Transoceánica Canaria: Un acuerdo con vistas al control del tráfico interinsular
Boluda y Transoceánica Canaria, pretenden hacerse con el paquete de rutas interinsulares de Armas Trasmediterránea. Se estima que solo el grupo de inversores canarios tendría que desembolsar alrededor de 100 millones de euros para adquirir el paquete del negocio, asumiendo además parte de la deuda de la naviera (cerca de 200 millones). La valoración total de la operación rondaría al menos los 200 millones de euros, según fuentes del sector.
Esta unión responde a la estrategia de consolidación del mercado de transporte marítimo de mercancías y pasajeros entre las islas. Ambos grupos, con experiencia consolidada en el sector, han presentado una oferta competitiva que podría alterar el mapa de la competencia en las rutas canarias.
Reconfiguración del mercado marítimo interinsular
La compra de la división interinsular por parte de Boluda y Transoceánica Canaria no solo afectará a la competencia, sino que también dará lugar a una reconfiguración de los equilibrios de poder en el sector. La fusión de rutas interinsulares, la integración de servicios y la mejora de la flota existente permitirán a Boluda consolidar su posición en el mercado y, posiblemente, mejorar la oferta en términos de frecuencia, puntualidad y tarifas. Esto podría traducirse en un impacto positivo en el servicio tanto para los ciudadanos como para las empresas que dependen del transporte de mercancías entre las islas.
El futuro del sector interinsular en Canarias
Si esta oferta se concreta, Boluda y Transoceánica Canaria dominarían de manera decisiva el mercado de transporte marítimo interinsular en Canarias, con la capacidad de influir directamente en las tarifas y en la calidad del servicio. Este cambio afectará tanto a la competencia local como a los usuarios finales, que verán mejoras en las rutas más concurridas y un ajuste en la dinámica de los precios del transporte. El control de este sector es crucial en un archipiélago donde la interconexión entre islas es fundamental para su economía, y la reconfiguración de actores podría traer consigo una mayor eficiencia y sostenibilidad operativa.
Además, el fortalecimiento de la red marítima interinsular permitirá una mejora en la movilidad de pasajeros y mercancías, lo que puede tener efectos positivos en la industria turística y en el sector logístico de Canarias. Este proceso está llamado a transformar la estructura competitiva del mercado marítimo local y a dar forma a una nueva era en el transporte interinsular de las islas.