Mientras algunos trabajadores disfrutan de remuneraciones superiores a la media nacional, otros enfrentan sueldos bajos y empleos estacionales.
La economía azul representa una de las grandes apuestas de la Unión Europea para un crecimiento económico sostenible. Desde el turismo costero hasta la energía eólica marina, pasando por la pesca, la biotecnología azul y el transporte marítimo, este conjunto de sectores interrelacionados genera millones de empleos directos e indirectos.
Según el informe publicado por el Observatorio de la Economía Azul de la UE el 5 de mayo de 2025, aunque el sector sigue generando oportunidades, existe una marcada desigualdad entre los trabajadores según el subsector donde se desempeñen. Las diferencias no solo se reflejan en los salarios, sino también en la calidad y estabilidad de los puestos.
El informe destaca que los trabajadores en sectores como la pesca y el turismo costero suelen percibir salarios por debajo de la media nacional. En contraste, aquellos empleados en energías marinas renovables y extracción de petróleo y gas disfrutan de remuneraciones superiores.
¿Quién gana qué en la economía azul?
Los datos analizados muestran que los sectores con mayores salarios son aquellos con un alto nivel de cualificación técnica y capital intensivo. Por ejemplo, la energía oceánica renovable, como la eólica offshore, y la extracción de recursos marinos no vivos (incluyendo petróleo y gas) ofrecen remuneraciones que superan significativamente la media nacional de los países miembros. Estos empleos, además, suelen estar más protegidos y presentan una mayor estabilidad contractual.
En el extremo opuesto, actividades como la pesca tradicional y el turismo costero registran los salarios más bajos. Estos sectores, además, presentan una alta estacionalidad, lo que agrava la precariedad laboral. El caso del turismo costero es paradigmático: aunque representa uno de los motores económicos de muchas regiones litorales, los trabajadores suelen desempeñar funciones temporales, con sueldos bajos y poca protección social.
Entre ambos extremos, sectores como el transporte marítimo, la construcción naval y las actividades portuarias ofrecen condiciones más equilibradas. En estos casos, la formación técnica y la alta demanda de perfiles profesionales permiten sueldos competitivos y empleos de mayor duración.
Factores determinantes: productividad, cualificación y contexto nacional
El estudio subraya que los tres factores clave que explican las diferencias salariales son: el nivel de productividad del sector, ya que los sectores más tecnificados y automatizados tienden a pagar mejor; el grado de cualificación exigido, ya que a mayor exigencia técnica, mayor remuneración; y las características del mercado laboral nacional. En algunos países, incluso los empleos de baja cualificación en el ámbito marítimo están mejor remunerados gracias a políticas laborales más sólidas.
Esto significa que no basta con mirar el sector en sí, sino que hay que considerar también el contexto económico y legislativo de cada Estado miembro.
Oportunidades y riesgos hacia el futuro azul
A pesar de las disparidades, la economía azul europea sigue ofreciendo un horizonte de oportunidades. La transición energética, la protección de los ecosistemas marinos y la innovación en biotecnología abren nuevos nichos de empleo cualificado y sostenible. Es esencial que los responsables políticos consideren estas diferencias al diseñar estrategias que promuevan empleos justos y sostenibles en todos los sectores marítimos.
Sin embargo, el reto pasa por asegurar que esta transformación no deje a nadie atrás. Los expertos recomiendan implementar políticas activas de empleo que promuevan la formación en habilidades marítimas, especialmente entre los jóvenes y en zonas costeras deprimidas; que fomenten la igualdad de género en sectores tradicionalmente masculinizados como la logística o la pesca industrial; y que refuercen la estabilidad laboral en sectores estacionales mediante esquemas de apoyo público e incentivos a la contratación permanente.
En síntesis, el camino hacia una economía azul resiliente y sostenible no solo debe medirse por su capacidad para generar PIB, sino por cómo distribuye sus beneficios entre quienes la hacen posible: los trabajadores del mar. Mientras unos disfrutan de empleos estables y bien remunerados, otros enfrentan inseguridad, bajos salarios y falta de reconocimiento.
La economía azul de la UE presenta un panorama laboral diverso, con sectores que ofrecen salarios y estabilidad laboral variables. Para garantizar un crecimiento sostenible y equitativo, es crucial implementar políticas que aborden estas disparidades y fortalezcan la formación y la estabilidad en todos los sectores marítimos, y así aprovechar todo el potencial de nuestros mares sin sacrificar la dignidad laboral de quienes viven de ellos.
informe del Observatorio de la Economía Azul de la UE