(ANAVE) El pasado 4 de abril, la Dirección General de Asuntos Marítimos, Pesca y Acuicultura de Francia y el Clúster Marítimo Francés (CMF), presentaron la Hoja de ruta para la descarbonización del sector marítimo del país galo, prevista en la Ley sobre el Clima y la Resiliencia del país galo. El documento forma parte de la estrategia ‘France Mer 2030’, dotada con 300 millones de euros.
Según un comunicado del Ministerio para la Transición Energética del Gobierno francés, esta ‘hoja de ruta’ identifica las palancas para la descarbonización del sector marítimo y propone un escenario de transición. Dichas tres palancas son:
- Eficiencia energética: a través de la tecnología, la operación de los buques y los proyectos ‘verdes’;
- Cambio energético: mediante el uso de energías menos intensivas en carbono, como los biocombustibles, los e-combustibles y la propulsión eólica; y
- Ahorro energético, vinculado a la coordinación permanente buque-tierra para evitar esperas innecesarias y a la reducción de la velocidad en aquellos tráficos en los que sea posible.
El sector propone así “un plan de acción realmente ambicioso que demuestra su compromiso con una descarbonización completa y económicamente viable”. Más allá de las cuestiones medioambientales y de transición energética, dicho documento revela una oportunidad de desarrollo económico con muchos puestos de trabajo nuevos. “Esta transformación del sector sólo será posible mediante un trabajo conjunto entre los actores del sector marítimo y el Estado”, declaran en el mencionado comunicado.
“En los próximos meses, se trabajará con este documento en el marco de la estrategia ‘France Mer 2030’ apoyada por el Gobierno, y estableceremos una trayectoria clara de descarbonización del ecosistema marítimo para cada segmento de la flota. Francia debe estar a la altura de este reto y podrá hacerlo gracias a la movilización de actores públicos y privados capaces de innovar y comprometerse día a día”, concluyen en dicho comunicado.
La hoja de ruta define objetivos cuantificados y medibles, y propone un plan de acción que ahora Francia se propone desplegar. Destaca las especificidades del sector marítimo tanto en términos de diversidad de flotas, buques y puertos, como en su marcada dimensión internacional. También insiste en el papel esencial del transporte marítimo para la economía nacional francesa y su contribución a la soberanía nacional.