«Conversaciones Francas» es el diario sonoro del podcast oficial del Consorcio de la Zona Franca de Gran Canaria en el que destacados representantes públicos y privados de la sociedad cuentan, de manera franca, su relación con el desarrollo económico, social y cultural de Canarias.
Julio González es oficial de la Marina Mercante y autor de 10 libros en su mayoría dedicados a la mar. Cuenta cómo ha sido su vida como marino y las vivencias que le han acompañado en toda su trayectoria profesional, cargada de anécdotas. Ex delegado de Naviera Pinillos y gestor marítimo jubilado además.
Dice González que “Hay dos cosas que arrastraré de por vida: que soy de Telde y mi condición de marino. Todos mis libros hablan del mar. Cuando me nombraron delegado de Naviera Pinillo, comenzó a preocuparme la economía y empecé a relacionarme con el Puerto y su gente”.
“Me viene en los genes. Mi padre era un enamorado del mar, siempre soñó con ser marino. Yo quería ser médico, pero el verano antes de ir a la universidad, estuve de crucero por las Islas en un ‘mariquilla’, como le decíamos a los viejos correíllos de Transmediterránea, con mi cuñado que era jefe de máquinas”, relata en la entrevista.
En relación al puerto expresa que “este puerto crece con una inercia que no hay quien pare. En mi primer libro, `Las Palmas de Gran Canaria, Nuestro Puerto, Nuestra Ciudad´ ya le cogí el relevo a Fernando León y Castillo, quien profetizó el desarrollo e importancia del Puerto de La Luz”.
Rememora la figura y los proyectos de personajes como “Luis Hernández, ex presidente de la Autoridad Portuaria de LP, otro gran visionario de la potencialidad de nuestro puerto, proyectaba esa simbiosis entre Las Palmas y su bahía. Si hubiéramos hecho realidad todas esas ideas concebidas como ‘La Gran Marina’, podríamos haber hecho maravillas con la capital, incluso para el turista”.
En relación a la Zona Franca expone que “no hemos sabido explotar ni vender nuestra ZF. En aquel tiempo, impulsamos la creación de la Fundación Puertos de Las Palmas, dirigida al apoyo de ideas y proyectos que promocionaran el escaparate del puerto en todo el mundo”. Entonces las cosas empezaron a cambiar: “Luis Hernández se desvinculó de todo aquello, Boluda Lines absorbió a Naviera Pinillos, cambió la directiva, los planes quedaron en el aire y yo continué mi propio camino. Me jubilé y continué con mi afición, escribir”.