El contenedor marítimo, inventado en 1956 por Malcom McLean, resultó la mayor innovación disruptiva en el mundo del transporte de mercaderías, después de la rueda claro está. Se estima que hay unos 20 millones de contenedores, los cuales suponen más de 30 millones de TEUS. Estos equipos mueven 800 millones de TEUS de carga, el 70% de la carga global.
Además de los contenedores “estándar” más habituales de 20 y 40 pies, existen una gran variedad de equipos para diferentes requerimientos de transporte. Equipos refrigerados, cisternas, con techo abierto, de bastidor plano o abatible.
Últimamente se está proliferando la reutilización de contenedores marítimos para diversidad de usos alternativos, confiriendo una segunda vida a los equipos. En esta actividad, empresas como RETECO, depósito de contenedores ubicado en el centro de España, se dedican al almacenaje, venta y transformación de equipos, modificando unidades según los requerimientos y especificaciones de sus diversos clientes.
La arquitectura moderna ha adoptado los contenedores usados en diversidad de funcionalidades, desde su integración en viviendas, oficinas, tiendas en centros comerciales, aulas, bibliotecas, hospitales móviles o espacios culturales. Además, cabe destacar su usabilidad como refugios y casas temporales en caso de catástrofes naturales.
La reutilización de contenedores favorece la sostenibilidad y abre nuevas posibilidades para la arquitectura y urbanismo, resultando una forma de construcción de bajo coste y rápida finalización.