En el día de ayer, desde Sudáfrica, el CEO de DHL Express, John Pearson, y el profresor Altman, de la NYU Stern, presentaron en rueda prensa presencial y online las conclusiones del DHL GLOBAL CONNECTEDNESS TRACKER 2025.
En el volátil entorno empresarial actual, con tanto discurso sobre la desglobalización y la fractura de la economía mundial, los datos fundamentales cuentan una historia diferente. Los flujos globales de comercio, capital, información y personas no están retrocediendo: se mantienen firmes. No existe un giro masivo hacia la actividad doméstica. Se están produciendo reajustes, pero principalmente entre los países atrapados en el fuego cruzado de los conflictos geopolíticos.
¿Y qué hay de la regionalización? ¿Están los países volviéndose hacia adentro, comerciando más con sus vecinos y menos con el resto del mundo? Una vez más, los datos dicen que no. De hecho, la mayoría de los flujos internacionales se están extendiendo más que nunca. La proporción de la actividad que ocurre dentro de las regiones geográficas está disminuyendo, no creciendo. En medio de la turbulencia de la guerra, la pandemia y la fragmentación política, la economía global ha demostrado ser notablemente resiliente. La desglobalización sigue siendo una posibilidad, pero no es la realidad actual.
Política Pública
En el ámbito de las políticas públicas, la resiliencia de los flujos globales tiene varias implicaciones importantes. En primer lugar, refuerza el argumento a favor de la cooperación internacional para preservar y ampliar los beneficios que los países obtienen de la globalización. En segundo lugar, subraya la necesidad de que los líderes intensifiquen los esfuerzos para abordar las preocupaciones públicas sobre la globalización, ya que la resiliencia de los flujos globales coexiste con un persistente sentimiento antiglobalización en muchos países. En tercer lugar, sugiere que las políticas de “reducción de riesgos” (de-risking), cuando sean necesarias, deberían adoptar una visión holística de las cadenas de valor globales. De lo contrario, los desplazamientos del comercio directo al indirecto —a través de terceros países— podrían aumentar los riesgos al reducir la transparencia. Cuantos más países estén involucrados, más difícil será monitorear el papel y la sensibilidad de cada uno.
Estrategia Empresarial
Para las empresas, es crucial evaluar el impacto competitivo de posibles movimientos de relocalización (reshoring), proximización (nearshoring) o alianzas estratégicas entre países afines (friendshoring). Aunque el riesgo de desglobalización exige poner a prueba la exposición a posibles disrupciones en los flujos globales, la resiliencia de los flujos internacionales sugiere que retirarse unilateralmente de las oportunidades internacionales podría poner a una empresa en desventaja frente a competidores que sigan aprovechando los beneficios de participar en los mercados y cadenas de suministro globales.
A medida que los responsables de la toma de decisiones consideran las implicaciones de un segundo mandato de Trump, deben recordar que los flujos internacionales se han mantenido resilientes a lo largo del Brexit, la guerra comercial entre Estados Unidos y China, la pandemia de Covid-19 y las guerras en Ucrania y Gaza. Aunque el futuro sigue siendo incierto, la historia reciente advierte contra la suposición de que nuevos choques necesariamente revertirán la globalización.
Conclusión
La conclusión es clara: seguimos viviendo en un mundo parcialmente globalizado, que presenta tanto oportunidades como desafíos para los países y las empresas.
DHL Global Connectedness Tracker – Global