La resiliencia es la capacidad de una persona, grupo o sistema para adaptarse y recuperarse frente a la adversidad, el estrés o situaciones difíciles. Va más allá de simplemente «superar» los obstáculos; implica el proceso de aprender y crecer a partir de esas experiencias.
Tras la DANA y sus catastróficos impactos en infraestructuras, inmuebles y vehículos automotrices, además de las incalculables pérdidas en vidas humanas, estamos en pleno proceso de asimilación, limpieza y pronto empezaremos con la reconstrucción.
La resiliencia valenciana tiene que salir a la palestra. Son demasiadas las familias afectadas de una manera u otra. Psicológicamente va hacer falta mucha ayuda profesional y humana, en niveles jamás vistos en este país, debido al inestimable volumen de afección.
El ser humano afronta situaciones catastróficas como esta DANA siguiendo un patrón definido de estados de ánimos y comportamiento social.
- Comprensión de situación y negación.
- Dolor, llanto y ansiedad
- Ira y frustración
- Miedo e inseguridad
- Sentido de culpabilidad
- Recuperación emocional
- Resiliencia y superación
Este proceso psicológico varía según cada persona, pero se transita por cada uno de ellos en mayor o menor medida, resultando la resiliencia el paso definitivo hacia la recuperación y normalización. La fuerza interna de los valencianos facilitará llegar a este último estadio que comporta cualquier catástrofe de magnitud similar a la padecida en la provincia de Valencia con esta DANA.
En estos momentos estamos en la fase de ira, enfado generalizado y frustración, como ha quedado patente en la visita oficial de La Zarzuela, acompañados de los presidentes del gobierno central, tanto como autonómico. Situación dantesca con un toque rimbombante de difícil comprensión. El pueblo agrediendo a las autoridades, sin castigo ni represión algunas. Ciudadanos de a pie tuteando a su Majestad el Rey: -«Felipe ayúdanos» decía un oriundo de Paiporta frente a las cámaras. Inaudito todo ello.
Claramente el gobierno regional falló al no enviar la alerta a los móviles de la ciudadanía, a tiempo. El gobierno central, al no reaccionar ante la catástrofe,a tiempo. Pues ahora los valencian@s van a necesitar de mucha ayuda de las administraciones públicas, sin importar que sean de las administraciones del gobierno central, autonómico o local, por lo que es de esperar que no se vuelva a fallar y se facilite alcanzar la resiliencia necesaria para superar esta catástrofe de la mejor manera posible. Valencia es fuerte, su gente tiene mucha energía, coraje, templanza, aguante inquebrantable y pronto lucirá de nuevo su resiliencia, así como su superación.
¡Amunt València!.