La Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras (APBA) avanza en el proceso de adjudicación de la explotación de la línea marítima intercontinental entre Tarifa y Tánger Ville, siendo Baleària, DFDS y Sercomisa (Tarifa Lines) las tres navieras en competición. Hoy se ha llevado a cabo la apertura del tercer sobre, correspondiente a las ofertas económicas, un paso crucial para valorar las propuestas.
No obstante, en primer lugar, se ha procedido a valorar las propuestas técnicas de explotación presentadas por las diferentes navieras, donde las diferencias en puntuación han sido mínimas.
DFDS (compañía que adquirió las rutas del ferry entre España Marruecos de FRS) obtuvo una puntuación de 71,54; Sercomisa una puntuación de 70,78, quedando en tercera posición Balearia con 70,68 puntos.
La valoración económica, el sobre que se ha abierto hoy, otorga 25 puntos adicionales. Según fuentes del sector, da ventaja a Baleària, seguida de Sercomisa, quedando en última posición DFDS.
A pesar de los avances, aún no hay un ganador claro. La adjudicación oficial se comunicará en los próximos días, dependiendo del análisis exhaustivo de las propuestas y del cálculo final de puntuaciones. Además, queda abierta la posibilidad de recursos, o impugnaciones del proceso.
En este punto, señalan fuentes del sector, la propuesta de Baleària, que cobra cierta ventaja, aparentemente está construída sobre datos irreales, pudiéndose considerar una propuesta temeraria. Baleària ha querido dar un carpetazo en la mesa presentando una oferta económica irrealizable, basada en adueñarse de prácticamente el 90% del tráfico de la línea, sin contar que existirá otro operador desde el lado de Marruecos, lo cual hace suponer que en el mejor de los casos la cuota de la parte española debería rondar el 60% de la misma.
Si esto es así, difícilmente Baleària podría alcanzar cifras de facturación que le permitieran afrontar, en números redondos, los 70 millones de tasa de actividad que ha ofertado y el lógico incremento anual de aproximadamente el 4%, frente a las otras dos ofertas que no han superado la barrera de los 50 millones de euros.
A esto hay que sumar que transcurridos 30 meses desde la adjudicación hay que poner 2 barcos nuevos con máxima reducción de emisiones (barcos eléctricos o híbridos), cuyo coste puede rondar los 80 millones de euros, sin incluir las conexiones y tomas de electricidad en muelle y gastos operativos y de personal de esos dos barcos, otras tasas portuarias, tasas de terminales marítimas, prácticos, etc..
Llevando estos datos a la realidad, si el movimiento anual en la línea es de 1.308.717 pasajeros y 184.042 vehículos, y el precio medio por pasajeros es de 25 euros, y por vehículos está entre 80 y 100 euros. La cifra económica de la línea se situaría, en el mejor de los casos en cifras cercanas a los 60 millones, cifra que hay que repartir con el otro operador marroquí.
La Autoridad Portuaria de Algeciras tendrá que dirimir si los datos económicos presentados por el gigante del sector, Baleària, son factibles de cumplirse, o si el objetivo ha sido simplemente eliminar a la competencia para en un futuro negociar o renegociar las condiciones. De ser cierto nuestro análisis, la adjudicación a Baleària, además de una temeridad, supondría económicamente una estocada autoinflingida, lo que se dice coloquialmente «morir matando».
El concurso prioriza criterios técnicos y medioambientales por encima de los económicos, en línea con la Estrategia Verde de la APBA. Los ferries deberán contar con tecnología de conexión eléctrica OnShore Power Supply (OPS), que permite eliminar emisiones contaminantes, ruidos y vibraciones mientras están atracados.
Un Enlace Estratégico para el Futuro
Con 1,3 millones de pasajeros anuales, el puerto de Tarifa es un punto clave para la movilidad entre Europa y África. En 2030, será estratégico durante la Copa Mundial de Fútbol, conectando las sedes en el norte de Marruecos y el sur de España. Este concurso representa un paso hacia la modernización del transporte marítimo, alineándose con las demandas de sostenibilidad global.
La decisión final no solo definirá al operador, sino también el rumbo hacia una transición ecológica en el transporte marítimo intercontinental.