A finales de enero, la Autoridad Portuaria de Bilbao sacó a concurso público la concesión de una segunda terminal de contenedores, con el objeto de captar nuevos tráficos y un desarrollo incremental del nodo logístico vinculado al Puerto de Bilbao, para mejorar y ampliar de manera sustancial la competitividad de su hinterland. Este nuevo proyecto debía ser complementario a la actual terminal de contenedores, mediante la suma de nuevos tráficos y, en ningún caso, el trasvase de contenedores de una terminal a otra. A ello se sumaba el interés mostrado por varios operadores, representados por algunas de las navieras más importantes a nivel mundial. Dicho de otra manera, la AP entendía y entiende que las exigencias mínimas incluidas en el Pliego de Condiciones garantizaban estos objetivos que se pretendían alcanzar y eran buenos para el Puerto; pero, a su vez, reconocía que las exigencias eran importantes.
Durante todo el proceso concursal, ha habido, de nuevo, interés de varias firmas, y han sido intensos los contactos y las reuniones mantenidas. Fruto de ese interés, se solicitó y concedió la ampliación de los plazos fijados para la presentación de ofertas. Pese a ello, el 29 de mayo finalizó el plazo para la presentación de ofertas y el concurso ha quedado desierto al no presentarse ninguna propuesta.
Tras declararse desierto el concurso, los 232.540 metros reservados, situados en una ubicación privilegiada, tendrán que destinarse a otro cometido.
Motivos
Las razones son variadas. Por un lado, la exigencia de esta Autoridad Portuaria de que todo proyecto debía necesariamente sumar, adaptado a los objetivos de los pliegos reguladores, y riguroso en sus planteamientos y compromisos, dada la escasez de espacios portuarios. Por otro lado, algunas partes interesadas han solicitado cambios en las condiciones establecidas en los pliegos reguladores del concurso y de la concesión, lo cual no se alineaba con la expuesta visión estratégica del organismo y, por tanto, no podían ser acogidos.
La Autoridad Portuaria mantiene la idea de oportunidad que este concurso tenía y considera que es un camino que necesariamente debía recorrer al objeto de intentar conciliar la visión estratégica del Puerto de Bilbao con la posición de diversos operadores internacionales interesados en la implementación de sus proyectos en un sector tan competitivo como el del contenedor.
La APB, igualmente, se ha mantenido firme en la idea de que cualquier proyecto no sería apto o suficiente, y así lo ha manifestado a las firmas interesadas, ya que solo se daría luz verde a aquellas implantaciones que aportaran nuevas cuotas de mercado y generaran valor añadido a la actividad logístico-portuaria. En definitiva, que aumentaran la competitividad del Puerto de Bilbao y de su hinterland, sin perjudicar al ecosistema actualmente existente.
La AP ha querido trasladar el mensaje de que «no siempre una elección conlleva una renuncia, dado que afortunadamente existen otros muchos proyectos encima de la mesa que demandan su implantación y desarrollo en el Puerto. Por lo tanto, se estudiarán estos proyectos para decidir cuál o cuáles son de mayor interés para asentar en la actual superficie disponible. Lo que es una realidad es que, en estos momentos, no se puede atender todas las demandas por falta de suelo».