Arrancamos este nuevo 2025 con incertezas, amenazas y pocas expectativas para el Mundo Occidental. La crisis y recesión, son evidentes en Europa, siendo los resultados macroeconómicos de España los que tiran de la Unión Europea. La rivalidad de Estados Unidos contra China, provoca tensiones político-comerciales que afectan a los flujos de comercio global.
A final de mes, el 29 de enero, empieza el Año Nuevo Lunar (LNY), el año de la serpiente de madera, que se extiende por un par de semanas, paralizando las actividades productivas de China y varios países de Asia. Estas festividades derivan, cada año, a un incremento de volumen de carga que hace subir los fletes marítimos. Las navieras aplican incrementos de tarifas y recargos, que habitualmente suelen descender después del período festivo. Para mantener los niveles de fletes e ingresos, se suelen aplicar cancelaciones de salidas, blank voyages, para reducir capacidad y llenar los buques eficientemente. Este año no va a ser diferente en este aspecto, pero hay factores importantes a destacar:
-> Reajuste de las alianzas marítimas. Tras el LNY entran en juego las nuevas alianzas marítimas, si bien, el regulador norteamericano FMC retrasa la implementación de la Premier Alliance, la Gemini Cooperation tiene luz verde, y el stand-alone de MSC. Ello supone un ajuste de rutas y buques en las rotaciones que pueden resultar un desbarajuste en el servicio. De hecho, hay recargos por interrupción de servicio en el mercado.
-> Estados Unidos de América. El 20 de enero toma posesión de la Presidencia Donald Trump y las decisiones que tome van a afectar al comercio y transporte internacional. Los aranceles que se impongan, alterarán los flujos de carga con toda seguridad, además de generar inflación. El conflicto portuario de la costa este y Golfo acaba de solventarse, dado que patronal y sindicato han llegado a un acuerdo en pro de no complicar el acto festivo de posesión. Trump estaba en contra la automatización operativa, del lado del sindicato ILA. Las ineficiencias seguirán ahí. También puede impactar la política imperialista de Trump, mediante la cual anuncia la intención de anexionar de Canadá y Groenlandia, así como retomar el control del Canal de Panamá. Hasta quiere renombrar el Golfo de México por Golfo de América.
-> Posicionamiento global chino. El gobierno central de Pekín ha extendido su influencia político-comercial por todo el mundo. La Nueva Ruta de la Seda y los BRICS, potenciados con nuevos miembros, ha potenciado el poder chino en muchos enclaves geoestratégicos. Especial atención a la sucesión de acontecimientos que comporta la apertura de Chancay en Perú. Hoy por hoy, el mercado interno de China se está contrayendo, por lo que se han asegurado posicionamiento en nuevos mercados emergentes, especialmente en LATAM.
-> Cambio climático. Además de los devastadores efectos de las catástrofes climáticas como huracanes, tornados, tifones, inundaciones o maremotos, el deshilo del casquete polar ártico puede modificar rutas de carga, desviando volúmenes a la ruta del Mar del Norte (NSR) para mercancías asiáticas hacia el norte de Europa, dado que se reduce el tiempo considerablemente, sobre todo cuando no es posible transitar por el canal de Suez.
-> Vehículo eléctrico. La guerra por la supremacía en la movilidad a base de baterías cambia el escenario y no sólo porque las marcas chinas lleguen a los mercados globales, el problema es que los productores occidentales van retrasados y están sumidos en una profunda crisis productiva, de resultados y de ventas futuras. Volkswagen, Stellantis o los productores japoneses son claro ejemplo de la problemática. Tengamos en cuenta que la industria adyacente también se ve negativamente afectada, de hecho, grandes productores de componentes como BOSCH o Michelin se ven arrastrados, anunciando despidos y reducción de previsiones futuras.
-> Conflictos político-militares. Las confrontaciones bélicas en Ucrania e Israel afectan a las rutas comerciales, aumentando costes y tiempos de tránsito. Especial repercusión a los países del Mediterráneo tiene el problema del canal de Suez, sin solución visible a corto plazo. Pero este año 2025 puede traernos nuevas situaciones de lucha armada, especialmente crítico y preocupante resulta Taiwán, dado que es un enclave geoestratégico para la navegación comercial, además de ser los principales productores de chips semiconductores, que en la actualidad son necesarios para todo. Como máxima actualidad, deberemos ver si realmente Trump invade militarmente Groenlandia como insinúa, dado que se abriría un conflicto con la Unión Europea, dado que Greenland es territorio danés.
-> Irrupción de la Inteligencia Artificial. Se prevé que la IA nos va a inundar en todos los sectores y actividades de la vida. Informatización, automatización y robotización generalizadas van a suponer cambios productivos, y la cadena de suministro va a experimentar una acelerada transición hacia la modernidad. Las organizaciones que las adapten de manera eficiente van a poder competir en condiciones ventajosas a las que renieguen del cambio.
La verdad es que se nos planta un escenario de caos global en situación de crisis económica global, y es probable que los procesos de concentración y centralización en el sector se acentúen de manera notable, convulsionando el negocio, aún más si cabe.