José Juan, con su capacidad de liderazgo, enorme e incondicional entrega al interés general, su talante flexible y su inagotable capacidad de negociación y diálogo con los agentes sociales y las administraciones públicas logró el enorme caso de éxito que es hoy Fedeport.
He tenido la ocasión de hablar de una manera sosegada con Bernardino Santana, un hombre con una extensa trayectoria en el Puerto de Las Palmas vinculada a empresas con una larga y exitosa trayectoria como Sempsa, La Luz Market o Boluda & Suárez Cargo, cada una una evolución de la anterior. Sin embargo, en esta conversación el eje fue la Federación Canaria de Empresas Portuarias, más conocida como Fedeport, una patronal en la que él es la única persona activa en ella desde su fundación, y que afronta en las próximas semanas su asamblea general en la se designará a la persona que ostente la presidencia para iniciar un nuevo mandato que promete afrontar retos muy ilusionantes para el sector portuario.
¿Me gustaría iniciar esta entrevista hablando de cómo se gestó el nacimiento de la Federación Canaria de Empresas Portuarias? ¿Quiénes pusieron en marcha esta iniciativa?
Tremendos recuerdos afloran al recordar los inicios de una magistral herramienta de unión e integración que a lo largo de los años nos han permitido crecer como sector, empresas, profesionales y, sobre todo, como personas. Fedeport se constituye en mayo de 1993 por José Juan Rodríguez del Castillo, Antonio Lecuona Ledesma y Luis Felipe Falcón Delgado, representantes de la Asociación de Consignatarios y Estibadores de Buques de Gran Canaria, Asociación Provincial de Consignatarios de Buques de Santa Cruz de Tenerife y la Asociación de Empresas Estibadoras del Puerto de Santa Cruz de Tenerife y La Palma, respectivamente.
Fue una idea muy avanzada para su tiempo, con la que se aspiraba a liderar la cadena de valor del tráfico marítimo en Canarias. Como en todo en la vida, los que tienen y mueven las ideas son personas y en este caso, no sería justo no hacer mencionar a Juan Pérez Pérez quien, sin duda, fue el verdadero motor de la idea, juntamente con los mencionados y otros actores de la provincia de Tenerife y Las Palmas que en su génesis también participaron con gran implicación.
¿Podrías contarnos cómo fue aquel inicio, cuando la Federación daba sus primeros pasos? ¿Qué retos se tuvieron que ir superando?
El inicio fue la respuesta empresarial para cubrir un requerimiento legislativo de la Ley 27/1992 de Puertos del Estado y de la Marina Mercante, la misma contenía cuestiones que modificaban la forma de gestión y representatividad en los Consejos de Administración por lo que las empresas Consignatarias y Estibadoras tuvieron que dar un paso para ostentar la representación sectorial y así poder cumplir los requerimientos establecidos en la Ley.
En cuanto a lo empresarial fue muy estimulante, se realizaron varias reuniones regionales con la más amplia representación de las empresas estibadoras y Consignatarias de la época. Hay que tener presente que debemos retroceder más de treinta años y ponernos en un contexto económico y social totalmente distinto al actual. En cuanto a lo personal fue un sueño para un joven como yo que iniciaba sus andaduras en nuestro maravilloso puerto. Sin duda, se logró alcanzar un ambiente de señorío, camaradería y leal competencia que no se ha vuelto a producir en nuestra región hasta este último año de gestión de José Juan Ramos.
Eran tiempos de buena amistad entre colegas y donde el interés común y general primaba sobre los intereses particulares. El declive comenzó con el desembarco en Canarias de las grandes constructoras, navieras internacionales y fondos de inversión en un sector que hasta ese momento estaba liderado por empresarios canarios con un enorme compromiso regional y local.
¿Cómo ha cambiado la Federación Canaria de Empresas Portuarias desde sus inicios hasta hoy? ¿Cuáles son los hitos más destacados de esta trayectoria?
Yo lo dividiría en tres etapas principales. La primera, enorme ilusión y gran empuje en su constitución de los sectores y empresarios constituyentes. La segunda, globalización de la economía portuaria y marítima en contraposición a la atomización y declive en la actividad económica local con una relevante disolución de parte de los empresarios referentes en el sector. Y la tercera, renacimiento y despegue de Fedeport con la llegada de José Juan Ramos y un equipo que representaba a los sectores más relevantes de la actividad portuaria y servicios anexos a los Buques.
Este nuevo equipo, liderado por Pepe Juan, abre y flexibiliza la incorporación y gestión a nuevas empresas y asociaciones empresariales, tomando conciencia de que el puerto debe abrirse a otros sectores que atienden eficientemente a los buques, sus tripulaciones, el pasaje y la mercancía. Hay que señalar que se venía de una pérdida de identidad de los objetivos fundacionales, la falta de adaptación al cambio de paradigma en el negocio marítimo por parte de la clase empresarial y la escasa implicación de los empresarios locales en favor de los directivos de las grandes compañías internacionales y con intereses fuera del sector portuario.
A lo largo de estos años, ¿cuál ha sido el mayor desafío al que se ha enfrentado dentro de la Federación y se afrontó o superó?
Sin duda el mayor desafío era revertir la situación que mencionaba en la respuesta a su anterior pregunta. El sector estaba sin un verdadero liderazgo, falto de motivación y objetivos comunes, en una continuada pérdida de peso, prestigio y representativa, derivada de, entre otras razones, las luchas internas entre las diferentes sectoriales y empresas portuarias. Esto motivó que un grupo de empresas decidieran dar un paso adelante y proponer, hace ya doce 12 años, a José Juan Ramos Pérez, quien accedió a su primera presidencia de Fedeport con plena conciencia de que la situación administrativa, económica y social de la Federación estaba colapsada.
José Juan, con su capacidad de liderazgo, enorme e incondicional entrega al interés general, su talante flexible y su inagotable capacidad de negociación y diálogo con los agentes sociales y las administraciones públicas logró el enorme caso de éxito que es hoy Fedeport. Sin duda José Juan Ramos en sus 4 legislaturas y doce años en la presidencia de Fedeport ha conseguido consolidar la cadena de valor y suministros del sector portuario a nivel regional y fortalecer e integrar al puerto con la representatividad que debe tener un sector tan relevante en el PIB de Canarias.
Indudablemente, han trabajado muchas personas a lo largo de los años en Fedeport, ¿A quiénes destacaría y qué destacaría de estas personas?
Son incontables las personas que me vienen a la mente y no sería justo dejar de mencionar algunas de ellas, pero en la etapa más crítica de la Federación, hubo claros ejemplos de apoyo incondicional que Fedeport jamás dejará de reconocer como el de la familia Socas, con Juan Socas al frente, el Grupo Boluda, el Hospital Perpetuo Socorro, ARN, ASEPORT, ACEI, AEDAL, AEZOFRAN, ANACEF, Grupo Securitas…
Nuestro admirado y respetado Juan Francisco Fontes, cronista del Puerto de La Luz, escribió un hermoso artículo sobre el puerto utilizando una analogía de la historia del puerto y me parece acertada citar, ya que a mi entender se ajusta a la perfección con lo que pretendo transmitir. El puerto crece en una constante e interminable carrera relevos, en la cual cada corredor hace lo máximo para llevar su testigo al siguiente corredor en mejores condiciones que lo recibió. Así en cada pista, los trabajadores del puerto, los sindicatos, las empresas y los políticos corren siempre adelante en mejores condiciones que su antecesor, pero nunca es suficiente, siempre hay que ir más rápido, más eficiente, más competitivo, más…
Ni que decir tiene que existen muchísimas dificultades y contratiempos internos y externos que la condicionan, pero la carrera no para y nunca faltan corredores con nuevas o renovadas energías, motivaciones y ambición suficiente para otro penúltimo relevo.
Nombres sin orden que, de una u otra forma, nos han dejado y tiene su huella en lo personal y profesional de la historia de Fedeport: Germán Suárez, Francisco Catalá, Emilio González, Antonio Armas, Francisco Santana Rivero, Antonio y Miguel Ángel Perdomo, Javier Esquivel, Jesús Muñoz, Manolo García, Pepe Marrero, Carlos Medina, Dios me perdone si me olvido de alguno pues todos son historia del puerto. No nombraré a los que siguen vivos porque sería interminable, pero sí que dejo un entrañable recuerdo para Juan Socas sin quien no hubiese existido Fedeport.
Se aproxima un nuevo cambio de ciclo en Fedeport. ¿Qué podemos esperar para la Federación en los próximos años? ¿Cuál será su evolución natural?
La Federación se enfrenta a retos muy claros en el futuro. Uno de los principales será el apoyo a la transformación digital de nuestras empresas, lo que propiciará un impulso significativo en la digitalización de nuestros puertos. También apostaremos por el desarrollo de las energías renovables marinas, que representan una oportunidad para la sostenibilidad energética de nuestras islas y para el crecimiento de nuestras empresas asociadas. Además, es fundamental atender a desafíos como los Sistemas de Comercio de Emisiones (ETS), que son cruciales para defender nuestros intereses en un marco regulatorio cada vez más complejo y competitivo.
Nuestra evolución natural implica reforzarnos como la única federación que representa a todos los servicios portuarios de Canarias. Fedeport quiere ser el referente para todas las actividades transversales que deseen acercarse al sector portuario y, sobre todo, continuar siendo el interlocutor de nuestras actividades ante las administraciones públicas. Es esencial que trabajemos codo a codo por el bienestar de nuestra comunidad portuaria.
¿Qué mensaje trasladaría a la sociedad y al sector portuario en general sobre la aportación de Fedeport en el futuro y qué papel debe desempeñar?
La sociedad canaria comprende perfectamente la importancia de sus puertos. Contamos con grandes puertos en pequeñas islas, y nuestra economía y subsistencia dependen en gran medida de nuestras estructuras portuarias. De cara al futuro, nos preocupa cómo reforzar las políticas de puerto-ciudad que integren a los canarios en todo lo que ocurre alrededor de sus puertos. Fedeport tiene un papel fundamental en este proceso, no solo como representante del sector, sino como un puente que conecte a la comunidad con sus puertos, promoviendo un desarrollo sostenible y una mayor colaboración entre todos los actores implicados.
Para terminar, dos últimas cuestiones, actuales, a la vez que polémicas. La primera, ¿la nueva etapa que se diseña en Fedeport excluye o aparta de la primera línea a socios históricos con el Hospital Perpétuo Socorro (HPS) o la Asociación Empresarial de el Sebadal, AEDAL?
En absoluto todo lo contrario. Supone un impulso para que empresas nuevas tengan acceso ordenado a un sector tan complejo como el sector portuario. Y en particular estás dos menciona no solamente habría que considerarlas dentro de la que más han ayudado y colaborado en el crecimiento de la Federación, sino que su lealtad, especialmente en momentos muy convulsos, ha sido totalmente incuestionable.
Creo que cualquier persona que plantee la posibilidad de restringir la flexibilidad y la amplitud de miras que tiene Fedeport es que no conoce su esencia. Y quién particularmente ponga en entredicho a cualquiera de estas dos, HPS o AEDAL, es desconocer los valores que siempre han movido a Fedeport y en particular a José Juan Ramos.
Y por último, ¿el relevo previsto del actual presidente, José Juan Ramos, está mediatizado o vinculado al reciente conflicto empresarial de servicios al automóvil entre Domingo Alonso y Boluda?
Solo el hecho de plantear que una persona como José Juan pudiera no ser absolutamente neutral y defender el interés común y el general repugna a la razón y ofende cualquier planteamiento en ese sentido. Yo creo que el relevo obedece a la adaptación que ha tenido Fedeport, y en particular a la que ha llevado Pepe Juan a Fedeport. Y no convertirse en lo que son otras asociaciones, lideradas por personas que no son capaces de dejar paso, que no son capaces de darse cuenta que han cumplido una función.
Ese compromiso lo adquirió Pepe Juan él mismo día de su elección «yo no quiero ser de esas asociaciones que cuyos presidentes están de por vida y sin capacidad de regenerarlas o de regenerarse». En particular, el caso de José Juan en la última elección a la presidencia, al finalizar el tercer mandato, había manifestado su interés de no de no repetir. Y por unanimidad y aclamación todo el mundo le pidió una más y este es el único motivo que existe de que aún esté en la presidencia.
Cualquier tipo de conflicto interno o externo es vincularlo a lo que nada tiene que ver con él, con la proyección y la manera de gestionar que ha tenido José Juan Ramón. Es más, cuenta con un profundo reconocimiento de todos los socios y asociaciones que pertenecen a Fedeport, incluso diría que de la comunidad portuaria.
En síntesis, eso que cuestiona yo creo que no es creíble, ni siquiera el planteamiento, incluso para quien lo dice.
Hasta aquí la entrevista. Sin duda se me quedó una pregunta en el tintero, más que una pregunta, un pensamiento. ¿Quién será el próximo presidente de Fedeport? Yo no soy adivino, pero puedo decir con casi absoluta certeza que su nombre será José Juan.