Un nuevo informe del Foro Marítimo Mundial describe cómo una mejor coordinación de las llegadas de buques a los puertos puede generar importantes beneficios operativos y ambientales.
El informe, « Optimización de las escalas: Una vía para reducir los tiempos de espera y las emisiones », explora cómo el sector marítimo puede reducir las emisiones mediante medidas como abandonar la práctica ineficiente de «navegar rápido y esperar». Esta práctica, arraigada, implica que los buques lleguen a los puertos a toda velocidad solo para fondear, consumiendo combustible innecesariamente y generando emisiones.
La optimización de las escalas permite a los buques ajustar la velocidad según la disponibilidad del puerto en tiempo real, garantizando así su llegada cuando el espacio de atraque y los servicios náuticos estén disponibles. Este enfoque reduce el tiempo de inactividad, mejora la eficiencia en toda la cadena de valor y disminuye el riesgo de accidentes. Cabe destacar que también reduce el consumo de combustible y contribuye a los objetivos de reducción de emisiones.
El informe destaca dos estrategias clave: la llegada virtual, que permite a los buques reducir la velocidad durante la travesía mediante cláusulas de fletamento, y la llegada justo a tiempo, una solución más sistémica que requiere la coordinación multilateral en todo el ecosistema de escalas portuarias. Si bien la llegada virtual puede implementarse mediante acuerdos bilaterales, el informe señala que el impacto general en la industria depende del liderazgo de los puertos y terminales.
Los puertos o terminales podrían exigir la llegada virtual, incorporándola a sus requisitos operativos o términos contractuales, y así trasladar la llegada virtual de los acuerdos bilaterales a un enfoque multilateral que involucre a múltiples partes interesadas. Esto ampliaría su impacto a todos los buques que atracan en un puerto o terminal.
A medida que se acercan los objetivos de reducción de emisiones, el informe destaca que la optimización de las escalas en los puertos es una medida práctica, inmediata y colaborativa que la industria puede adoptar para mejorar la eficiencia y acelerar el progreso hacia la descarbonización.
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