Científicos de la Facultad de Ciencias del Mar, del Instituto Universitario de Oceanografía y Cambio Global de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y de la Plataforma Oceánica de Canarias inician el próximo miércoles una campaña oceanográfica en la Estación Europea de Series Temporales Oceánicas de Canarias (ESTOC), y actualizan un sistema de monitorización profundo de flujo de partículas y secuestro de carbono en el océano (FLUCARO), que busca reponer y actualizar un servicio de trampas de sedimento y correntímetro.
La ESTOC, situada a 60 millas náuticas al norte de Gran Canaria a una profundidad de 3.670 metros, genera y registra series temporales meteorológicas y oceanográficas a largo plazo en el Centro-Este del Atlántico Norte, siendo una de las pocas estaciones que permiten contribuir al estudio del cambio del clima y de las tendencias fisicoquímicas del océano, contribuyendo a la previsión climática y al conocimiento del estado del ecosistema oceánico.
La ESTOC, que genera observaciones hidrográficas y biogeoquímicas, forma un tándem perfecto con otra estación (BATS) que se localiza cerca de las islas Bermudas. Ambas, ubicadas en cada borde del giro subtropical del Atlántico Norte, producen observaciones que favorecen el conocimiento de esta vasta área del océano.
En oceanografía un programa de series temporales consiste en llevar a cabo observaciones de forma continuada durante largos periodos de tiempo en algunos lugares del océano. Estas observaciones permiten estudiar las variaciones y los cambios del estado del océano tanto a corto plazo como aquellas variaciones con periodos incluso de décadas.
La ESTOC tiene cuatro niveles de observación fundamentales, el superficial que es atmosférico y marino, con la intención de observar la interacción atmósfera-oceáno; el siguiente nivel está a 80 metros de profundidad, donde se sitúa el máximo de clorofila profundo, la mayor concentración de organismos productores de oxígeno, y donde se miden también los cambios de temperatura, la turbidez, clorofila y organismos autótrofos, la biomasa, y un sistema acústico que mide la corriente desde esa profundidad a la superficie.
En un nivel más profundo, 150 metros, hay otro punto de observación con múltiples sensores pues es donde se sitúa la nitraclina y se produce el mayor gradiente de nutrientes de la columna de agua y de la entrada de nutrientes a la capa fótica, donde llega la luz, y zona que es utilizada por los organismos autótrofos que generan oxigeno y liberan carbono. En este nivel también se mide la corriente, los nutrientes, la temperatura y el oxígeno.
En una profundidad de entre 800 y 1.200 metros hay otro punto de observación donde se estudia la interacción de una masa de agua antártica, nivel de 800 metros. En el de 1.200 metros se registra el mayor volumen de agua mediterránea que llega a Canarias.
La campaña oceanográfica comprende una serie temporal entre seis meses y un año, y se evalúa en largos periodos de tiempo (décadas) la variabilidad que se está produciendo y se identifican los cambios climáticos, como el de la temperatura en la columna de agua, los relativos a la reducción del oxígeno y la acidificación, todos efectos de los cambios climáticos.
En los últimos años, se han ido incorporando nuevos sistemas, metodologías, y variables de observación, como los gliders, la acústica para la medición del sonido de mamíferos marinos, del ruido y para poder comunicarse con los sistemas sumergidos, y los microplásticos.
FLUCARO
Esta campaña retoma, mediante el proyecto FLUCARO de monitorización profunda de flujo de partículas y secuestro de carbono en el océano, una serie anterior de 1991 al 2007 emprendida por la Universidad de Bremen que investiga los flujos de partículas en la columna de agua asociada a la productividad (como el plankton, base de la cadena trófica) e intercambios en la columna de agua, como las partículas que caen de la parte más superficial del océano y se atrapan en las trampas de sedimentos, y la comparación del material orgánico e inorgánico.
FLUCARO tiene un equipamiento innovador, con tecnología de nueva generación, como trampas de sedimento o perfiladores de visión submarina, etc., para el estudio de tasas de sedimentación y remineralización de partículas, complementará el sistema de monitorización de CO2 en el marco de ICOS actualmente existente y contribuirá a la necesidad imperante de registro de datos biogeoquímicos marinos muy demandados para actualizar los modelos climáticos.
EMSO, ICOS, AtlantECO, FERIA
La ESTOC forma parte de la infraestructura europea EMSO (Observatorio Europeo Multidisciplinar del Lecho Marino y de la Columna de Agua), ICOS ERIC (Sistema Europeo Integrado de Observación del Carbono) y contribuye a los proyectos FeRIA y AtlantECO, entre otros.